El gobierno de Estados Unidos reforzó la vigilancia en los límites de Eagle Pass, Texas, con Piedras Negras, Coahuila, a fin de contener cualquier intento de intromisión de los más de mil 600 migrantes centroamericanos que permanecen en esta frontera.
En los puentes internacionales 1 y 2 y en los márgenes del Río Bravo, del lado estadunidense, decenas de militares y elementos de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos se mantienen atentos a cualquier contingencia.
Sí, estamos en alerta, tenemos muchos agentes del estado que ya llegaron ahí al Condado de Maverick, tenemos ahorita como unos 50, estimamos más o menos, ahí como unos 500 ahí”, señaló Tom Schmerber, sheriff del Condado de Maverick, Texas.
Lanchas rápidas, recorren permanentemente el Río Bravo.
Bastante vigilancia pues, todos los policías federales, los de migración, los que van en los barcos, mucha vigilancia”, dijo Alfredo Arámbula, ciudadano de Piedras Negras.
Habitantes de esta zona fronteriza, manifestaron su inconformidad por la llegada de los migrantes que ha provocado retrasos en su paso diario a los Estados Unidos.
Ahorita sí por los migrantes, todo lo que ha pasado, anduvimos de compras acá en Eagle Pass y nos detuvieron ahí como una hora, una hora y algo, y 20 minutos, yo creo, hasta que nos dejaron pasar acá”, externó Alfredo Arámbula, ciudadano de Piedras Negras.
En tanto, del lado mexicano, en Piedras Negras, el albergue en donde se mantienen los más de mil 600 migrantes centroamericanos es vigilado por alrededor de mil policías militares y federales.
Este miércoles, alrededor de 160 migrantes obtuvieron su credencial para poder salir del albergue y retornar por la noche, de esta manera se busca tener un control y conocer las actividades que realizan fuera de la estancia migratoria.
Con información de Juan Andrés Martínez
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