La Fiscalía del Estado de México confirmó que el asesinato del sacerdote Rubén Alcántara Díaz, ocurrido la noche de este miércoles dentro de la iglesia Nuestra Señora del Carmen, en Cuautitlán Izcalli, fue una agresión directa.
El sacerdote fue apuñalado poco antes de la misa de las siete de la noche.
“Era un maravilloso sacerdote, no creo de verdad que vaya a haber otro como él, dando la palabra de Dios”, dijo Angelina Lilia Jiménez González, vecina Cuautitlán Izcalli.
El cuerpo del padre fue entregado a sus familiares, quienes lo llevaron a la catedral de Cuautitlán Izcalli para una ceremonia de cuerpo presente.
“Tengo el mismo desconcierto que ustedes, algo que no entendemos ni podemos justificar es ningún tipo de violencia ni para un sacerdote ni para cualquiera otra persona”, afirmó Arturo Montelongo Mercado, sacerdote de la Arquidiócesis de Tlalnepantla.
La Conferencia del Episcopado Mexicano condenó el asesinato.
Este viernes, el obispo de Cuautitlán Izcalli, Francisco González, oficiará una misa de cuerpo presente y después, los restos del padre Rubén Alcántara serán sepultado en un panteón de Naucalpan.
La Procuraduría de Justicia del Estado de México descartó el robo como móvil del homicidio y adelantó que podría haber más de un agresor.
“Encontramos su teléfono celular, las pertenencias del sacerdote se encontraban ahí, de manera que el móvil, creemos nosotros, no se trata del robo, si no de algún tipo de agresión directa”, sostuvo Alejandro Jaime Gómez Sánchez, fiscal general de Justicia del Estado de México.
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Con información de Francisco Santa Anna
LHE
