CIENCIA Y TECNOLOGíA

Nave de Apolo 11 pudo ser destruida por tormenta en su regreso a Tierra

Nave de la misión Apolo 11 pudo ser destruida por una tormenta en su regreso a la Tierra, pero datos de un satélite espía ayudaron a evitar la castástrofe

La nave de la misión Apolo 11, que llevó al hombre por primera vez a la superficie de la Luna, pudo ser destruida por una tormenta en el Océano Pacífico en su regreso a la Tierra, pero los datos de un satélite espía ayudaron a evitar la castástrofe.

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El diario The Washington Post revela este misterio de la misión Apolo 11 y publica declaraciones de los científicos involucrados en este rescate, que se mantuvo en secreto durante décadas.

El 20 de julio se cumplen 50 años del triunfo de la misión Apolo 11, la NASA logró enviar una nave tripulada a la Luna. Después del alunizaje, la misión espacial volvió a la Tierra y cayó sobre el océano. El buque USS Hornet fue desplegado para recuperar a los astronautas.

En ese momento, nadie sabía que el módulo pudo haber sido destruido por una tormenta en el Océano Pacífico, pero dos meteorólogos con acceso a datos de un satélite espía salvaron el día.

El Washington Post señala que años antes de la misión Apolo 11, funcionarios de inteligencia de Estados Unidos habían creado una red de satélites espía, que tomaban fotografías de sitios donde la Unión Soviética, China y Cuba podían albergar misiles. Después de capturar las imágenes, los satélites lanzaban los rollos fotográficos en contenedores con paracaídas, interceptados por aviones de carga antes de tocar tierra.

Nave de Apollo 11 pudo ser destruida por tormenta en su regreso a Tierra; satélites espía con datos meteorológicos salvaron el día (US Navy/Washington Post)

Para proteger estos lanzamientos secretos, se desplegaron sofisticados satélites especiales para monitorear el clima y asegurar que los contenedores fueran rescatados y no terminaran atrapados por tormentas.

El meteorólogo Hank Brandli emitía los pronósticos del clima para el programa espía y tres días antes de que los astronautas Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins regresaran a la Tierra, notó que el módulo llegaría en medio de una tormenta eléctrica, una zona donde se formaría una tormenta tropical.

Esa tormenta habría destruido los paracaídas del módulo de Apolo 11 durante su descenso en el Pacífico. Sin los paracaídas, se habrían estrellado en el océano con una fuerza que los habría matado al instante.

Después de que Hank Brandli descubrió la tormenta, contactó al meteorólogo de la Marina, Willard “Sam” Houston, que manejaba los pronósticos del clima para la flota naval que recuperaría al módulo espacial y a los astronautas.

Brandli le pidió a Houston que lo viera en un estacionamiento, para darle la información, pero ya sabía. Después de revisar las imágenes, informaron al almirante Donald C. Davis, pero no podían enseñarle las fotos del satélite espía, un satélite que no existía oficialmente.

El almirante tomó la palabra del meteorólogo y desvió el curso del USS Hornet a un nuevo sitio de amerizaje y la NASA también decidió redireccionar el módulo, en el último minuto. El 24 de julio de 1969, los astronautas Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins regresaron a la Tierra en una zona soleada del Océano Pacífico.

Con información de The Washington Post

MLV