Amealco de Bonfil se convierte en el sexto pueblo mágico de Querétaro por su tradición, lengua y gastronomía y sobre todo su labor artesanal.
Hugo Burgos, secretario de Turismo de Querétaro, comentó que Amealco tiene como bondades su gente, su tradición, su lengua, su gastronomía; esa es la magia, la tradición y la cultura, creo que eso fue lo que le dio el nombramiento a Amealco, que la gente sigue conservando eso.
Amealco se distingue por mantener intactas sus raíces, por lo que en este poblado tradicional se reconoció a las mujeres que mensualmente confeccionan 150 mil muñecas artesanales reconocidas como patrimonio cultural de la entidad.
Arturo Iscander, habitante de Amealco, comentó que permite fortalecer las raíces de la localidad y fortalece la llegada del turismo.
Para los visitantes de Amelaco la arquitectura colonial y la tranquilidad de sus calles limpias y ordenadas les permiten disfrutar de puntos turísticos pintorescos y seguros.
Adriana Paz de León, visitante de Querétaro, comentó que le gusta visitar el centro de la ciudad, el cerro de los Gallos, que ahora es un parque recreativo; su comida también es muy buena, además de su clima.
Con el nombramiento de Pueblo Mágico el municipio accede a recursos federales que les permiten mejorar sus condiciones, sobre todo de infraestructura; y para mantenerlo deben cumplir con requisitos que establece el Gobierno.
El sector turístico en México es reconocido a nivel internacional por sus playas, sus zonas arqueológicas y sus maravillas naturales, pero también cabe destacar el atractivo de sus pueblos.
Ya sea por el cuidado de su arquitectura colonial, su oferta gastronómica y artesanal o su variedad de actividades culturales, los pueblos son el mejor exponente de la idiosincracia mexicana. Y aquellos pueblos que logran distinguirse en estos rubros son atribuidos con la denominación de Pueblo Mágico.
A inicios de este siglo, la Secretaría de Turismo emprendió el programa de los Pueblos Mágicos, un reconocimiento a los habitantes de estas regiones del país que conservan la riqueza cultural e histórica de su comunidad.
La denominación de Pueblo Mágico ha significado un impulso importante a la economía turística de la zona, lo cual conlleva un rescate y/o remodelación de plazas, inmuebles y calles históricas.
Con información de Bertha Alfaro
BLR