CRIMEN Y SEGURIDAD

Alcaldesa de Tlacoachistlahuaca, Guerrero, busca erradicar la venta de niñas para matrimonios forzados

Yareth Saraí Pineda, es la primera mujer en ser presidenta municipal en Tlacoachistlahuaca, también es integrante de la iglesia de La Luz del Mundo y busca poner fin a la venta de niñas para matrimonios forzados.

  • En esta comunidad, esta práctica se conoce como dinero en el plato; los montos para comprar a una mujer para matrimonio van desde los 50 a los 300 mil pesos.

En municipios de la región de La Montaña y Costa Chica de Guerrero autoridades locales están tratando de erradicar esa práctica de intercambio de dinero por niñas en matrimonios forzados. Es el caso de la presidenta municipal de Tlacoachistlahuaca.

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“La vida de mujer es más difícil porque nos levantamos temprano para hacer los quehaceres, no descansamos”, compartió Macrina, habitante de Tlacoachistlahuaca.

Macrina Domínguez es indígena amusga del municipio de Tlacoachistlahuaca. Después de sus quehaceres domésticos teje manteles y huipiles junto con otras mujeres en el patio de su casa. Justo en esos talleres hizo campaña Yareth Sarai Pineda para llegar a ser presidenta municipal. Muchas como Macrina la apoyaron.

“Queremos ver el cambio porque los presidentes que han estado, pues, nunca interesan saber que es lo que nosotros ocupamos”, apuntó Macrina Domínguez, habitante.

Desde hace 2 meses la maestra Sara, como la conocen aquí, es la primera mujer en ser presidenta municipal en Tlacoachistlahuaca; en 2018 le faltaron 56 votos para ganar. En 2021 lo logró por una diferencia de 5 mil.

“A pesar de todas las cosas que se decían de que una mujer no podía llegar a mandar a los pueblos, a los hombres sobre todo”, comentó Yareth Saraí Pineda.

La alcaldesa estudió biología en Acapulco y una maestría en Educación; tiene 33 años de edad y es integrante de la iglesia de la Luz del Mundo. Cuenta que trabaja para evitar la venta de niñas para matrimonio, arraigada en comunidades Na Saavi.

“Para ellos es un uso y costumbre, es normal, para ellos no es un delito. Esto no significa que esté bien. Hay usos y costumbres que no pueden lastimar los derechos humanos de la mujer”, dijo Yareth Saraí Pineda, presidenta municipal de Tlacoachistlahuaca.

En esta comunidad, esta práctica se conoce como dinero en el plato; los montos para comprar a una mujer para matrimonio van desde los 50 a los 300 mil pesos.

“Educar a la gente es más conveniente que prohibirlo. El comisario ya hizo la asamblea  lo que es las estrategias para atender la violencia contra las mujeres”, comentó la presidenta municipal de Tlacoachistlahuaca.

La presidenta de Tlacoachistlahuaca está visitando las 27 comunidades del municipio para sensibilizar a los hombres y a los comisarios.

“Yo no quiero mandarlos a ustedes en su casa o en su familia. Yo lo único que les pido es una cosa que se llama respeto. Eso pide la gobernadora y el presidente de la República, que respetemos a las mujeres”, apuntó Yareth Saraí Pineda.

“Se ha venido haciendo el esfuerzo de que ya no se negocien las mujeres, pero ellos dicen que son ellos los que hacen gasto con sus hijos y niñas y por eso a veces reclaman que se apoye”, indicó Mario Martínez, comisario de Terrero Venado, en Tlacoachistlahuaca.

En muchas de las comunidades de este municipio ni siquiera se les permite a las mujeres votar; el reto para la presidenta es darles derecho al voto y que por lo menos la mitad de los comisarios municipales sean mujeres.

“Hay resistencia, por supuesto que la va a haber. Pero no hay nada imposible. Ya no podemos seguir así. Los matrimonios se deben de dar por amor, por que uno quiera realmente estar con una persona. No se pueden dar seguir dando bajo un arreglo. Que el día de mañana sus hijas sean comisarias y por que no, presidentas”, subrayó Yareth Saraí Pineda.

Actualmente existe una estrategia para erradicar los matrimonios infantiles en 21 municipios. Pero, dice la presidenta de Tlacoachistlahuaca, se requiere diseñar un protocolo de atención para estos caso.

“Es también trabajar con los hombres, para que a la par podamos nosotros, entre todos, tejer ese huipil, hombres y mujeres, tejer una sola prenda y que todos seamos una sola pieza”, subrayó Yareth Saraí Pineda, presidenta municipal de Tlacoachistlahuaca, Guerrero.

Con información de  Raymundo Pérez Arellano y Fernando Guillén.

LLH