En Gran Bretaña, la agencia de Salud Pública investiga el caso de un hombre inglés infectado con un tipo de gonorrea que, de acuerdo con observaciones recientes, se muestra resistente a los medicamentos habituales con los que han intentado tratar el caso.
El primer conjunto de medicamentos comúnmente usados para tratar la gonorrea es una combinación de dos antibióticos: azitromicina y ceftriaxona. El hombre asistió al hospital este año, donde fue tratado con esta primera línea. Su caso es el primero registrado en el mundo resistente a ambos antibióticos.
El paciente se infectó de gonorrea en el sureste de Asia, 30 días antes de que iniciaran los síntomas, según se lee en el estudio que da cuenta del caso.
Por el momento, el hombre es atendido con un tratamiento intravenoso de ertapenem, un antibiótico poderoso. Hasta ahora, parece dar resultado y en abril será comprobado, según lo señalado en el mismo documento.
De acuerdo con la doctora Gwenda Hughes, jefa de la sección de infecciones de transmisión sexual de la Salud Pública inglesa:
Estamos haciendo un seguimiento de este caso para asegurarnos de que la infección se trató de manera efectiva con otras opciones y se minimiza el riesgo de transmisión futura”
La especialista insistió en que la principal forma de evitar los síntomas de la gonorrea común y la super resistente es mantener hábitos de precaución, principalmente el uso correcto del condón.
Aunque es la primera vez que se registra un caso súper resistente, no es el primer caso de esta enfermedad que crea preocupación entre la comunidad científica. La gonorrea es una infección que preocupa a la comunidad internacional cada vez con mayor urgencia. En un comunicado reciente, Teodora Wi, especialista en reproducción humana de la Organización mundial de la salud, señaló:
Cada vez que utilizamos una nueva clase de antibióticos para tratar la infección, las bacterias evolucionan para resistirlas”
Actualmente, de acuerdo con la OMS, existe un estimado de 78 millones de casos en el mundo.
La gonorrea incluye síntomas como ardor al orinar y secreciones anormales en pene y vagina. Cuando no es atendida, puede desembocar en problemas graves de salud, entre los que se incluye dolor abdominal, inflamación pélvica y riesgo de infertilidad y embarazo extrauterino.
