Si bien la gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual que por lo general no causa ningún síntoma, es importante acudir a un médico especialista en cuanto comiencen las señales de su presencia en el cuerpo.
Será el médico especialista quien diagnostique la gonorrea después de una serie de análisis y revisiones físicas. Una vez que se confirme el diagnóstico, se brindará un tratamiento a seguir para combatir la enfermedad.
Por lo general, la gonorrea no complicada en adultos, se trata con antibióticos como ceftriaxona, el cual se administra por medio de una inyección. También podría recomendarse gemifloxacina oral o gentamicina inyectable.
Este tipo de medicamentos únicamente pueden ser recetados por un médico especialista, pues no los venden en la farmacia ni receta además, deben ser prescritos con la dosis adecuada según el caso de salud de cada persona.
Cuando es un bebé recién nacido quien ha sido contagiado por la madre, la infección también puede ser tratada con antibióticos, pero en dosis más pequeñas y adecuadas para el niño.
Es muy importante hacer énfasis en que este tipo de medicación únicamente puede ser prescrita por un médico especialista que haya diagnosticado la enfermedad y el cuadro del paciente. Además, deberá darle seguimiento a la evolución del paciente tras su tratamiento.
Una vez que el paciente fue diagnosticado y medicado, deberá regresar con el médico a una siguiente revisión, en la cual se le pedirán más estudios clínicos para asegurar que ya no portas esta enfermedad de transmisión sexual.
