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CIENCIA Y TECNOLOGíA

Investigadores de la UNAM preparan vacuna oral contra la cisticercosis

Después de varios intentos, investigadores de la UNAM preparan una nueva vacuna oralcontra la cisticercosis, para controlar el padecimiento en México.

Investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) mejoraron la vacuna a través de un sistema de callos embriogénicos de papaya que resulta óptimo para inmunizar, por vía oral, la cisticercosis.

La “vacuna oral ha demostrado experimentalmente alta capacidad protectora en contra de la cisticercosis murina y cunícula además de ser inmunogénica en el cerdo, aunque falta evaluarlo en campo”, explicó en la Gaceta UNAM Edda Sciutto Conde, impulsora y coordinadora del grupo de investigación.

Sin embargo, la producción masiva se ha optimizado de esta nueva versión de la vacuna en cultivos in vitro a muy bajo costo en el Centro de Biotecnología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).

La forma más grave en que afecta la cisticercosis al humano es cuando se instala en el sistema nervioso central.

El cerdo es un eslabón indispensable en la transmisión de esta parasitosis y es factible interrumpir la transmisión a través de la prevención de la cisticercosis porcina por vacunación.

La vacuna está destinada a prevenir la cisticercosis en cerdos de traspatio, que se crían en las zonas rurales por las clases menos favorecidas económicamente, precisó la doctora Sciutto.

En cuanto a la salud humana, se ha demostrado que la neurocisticercosis –la forma más grave de la enfermedad– potencialmente puede afectar a la población de diferentes estratos económicos”, indicó la investigadora. “Todos estamos expuestos a la contaminación fecal del ambiente, todos podemos ingerir alimentos mal lavados o verduras crudas contaminadas con aguas negras”.

Sin embargo, el ciclo de vida se completa en medios rurales donde se conjunta la falta de agua potable, de drenajes adecuados y la crianza de cerdos de traspatios, todas condiciones asociadas a marginación. “Esas condiciones promueven la transmisión de la enfermedad”, señaló Edda Sciutto Conde.

En México, la neurocisticercosis “se ha observado en el 11% de las consultas neurológicas, 25% de las craneotomías y se considera primera causa de desarrollo de epilepsia en adultos”, según cifras proporcionadas por Teresa Uribarren Berrueta, investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Actualmente, los investigadores gestionan el apoyo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Seder) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para obtener el registro de la vacuna en México.

De lograrse, sería un avance. De ese modo, la UNAM podría participar en el programa de control, encaminado a controlar la cisticercosis en el país”, detalló Gaceta UNAM.

Recientemente, la OPS-OMS en conjunto con el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) Dr. Manuel Martínez Báez, de la Secretaría de Salud, desarrollan un plan de intervención integrada para la prevención y control de la taeniasis-cisticercosis y ya se produce la vacuna contra cisticercosis porcina del IIB, con el propósito de registrarla para ofrecerla a este programa de prevención y control.

Por lo pronto, la producción empezó a escala de laboratorio, aunque podría producirse en la planta piloto del IIB que cuenta con fermentadores para producción masiva.

Con información de Gaceta UNAM.

RMT