Ya sea en México, en España o en cualquier otra parte del mundo, una de las mejores actividades en las que se puede involucrar un niño es el deporte, y pocos deportes son tan populares como el fútbol. Los padres de familia inscriben a sus hijos para jugar en algún club, y con esto buscan que los niños se ejerciten, consigan nuevos amigos, aprendan sobre la disciplina del trabajo en equipo y se diviertan por un rato.
Sin embargo, nuevas tendencias indican que un viejo problema de las ligas infantiles va en aumento. Aquel padre que desde las gradas le gritaba insultos al árbitro o al entrenador o a su propio hijo ya no es un caso extraordinario. En redes sociales proliferan los videos de padres que cometen actos de violencia en las canchas de las ligas infantiles, actos que terminan provocando la vergüenza de los menores y desencantarlos del deporte.
En el siguiente reportaje de Sin Filtros se plantea la interrogante si esta tendencia de padres violentos en los partidos de fútbol son un síntoma de la pérdida de autoridad de entrenadores y maestros. Cualquier cultura de respeto que antes era común entre las generaciones del pasado, parece que se ha perdido entre los jóvenes de ahora, reflejo del tipo de educación que padres de familia inculcan a sus hijos. Si los papás no ven al entrenador o al árbitro como figura de autoridad, ¿por qué lo harían sus hijos?
