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HISTORIA

Nitrato de amonio, el causante de la explosión más mortífera en Estados Unidos

En 1947, Texas fue el escenario de una catastrófica explosión que dejó a 581 muertos y 150 millones de dólares en pérdidas

En 1947 una explosión marcó la historia de Estados Unidos, pues la ciudad de Texas fue el escenario donde un incidente con nitrato de amonio dejó a 581 personas muertas y 3,500 heridos. La detonación pudo escucharse a 240 kilómetros a la redonda.

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La explosión tuvo lugar en el buque francés Grandcamp, pues luego de que unos trabajadores cargaran la nave con fertilizante de amonio, ocasionaron una reacción entre componentes químicos que resultó letal.

El fertilizante de amonio estaba siendo utilizado por el Ejército de Estados Unidos como un explosivo durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que se necesitaban nuevos cargamentos al otro lado del Atlántico.

Tras terminar de subir todo el amonio al buque, un trabajador notó la presencia de olor a humo, pero sin que tuviera tiempo de alertar a sus compañeros ni a la población, dio inicio una de las catástrofes más grandes de los tiempos de guerra.

El barco ‘saltó por los aires’ y arrasó con la vida de 581 personas quienes se encontraban a bordo, siendo esta la cifra más alta de un accidente de trabajo hasta ese entonces en aquel país.

Las pérdidas ocasionadas por la detonación escalaron hasta 150 millones de dólares, mientras que el área donde hizo eco el estruendo sumó 240 kilómetros a la redonda.

Los habitantes de las poblaciones más alejadas creyeron que se había tratado de un terremoto lo que ocasionó tal estrépito, pero con el paso de los días se dio a conocer esta triste noticia.

Pequeños barcos y barcazas también quedaron destrozadas y sus ruinas fueron arrastradas por el agua hasta diversos puertos y muelles, mientras que las oficinas que se hallaban a lo largo del mar, así como los edificios cercanos volaron a tres kilómetros de distancia.

En total se estima que quinientos automóviles fueron destruidos por la ola expansiva de la explosión, mientras que un tanque de gas de cloro que voló por los aires terminó por poner en alerta a todos los habitantes.

Miles de toneladas de escombros saltaron por los aires y dañaron las refinerías de petróleo que se hallaban a los alrededores, por lo que uno de los funcionarios de estos sitios detalló:

“Esperamos que se produzca de un momento a otro una nueva explosión, y deseamos que todas las personas estén alejadas del peligro. Por este motivo se han cursado órdenes para que se proceda a la inmediata evacuación de todas las personas que residan en las regiones donde se hallan instaladas las refinerías petrolíferas”.

La recuperación de Texas tras la explosión fue lenta, y lamentablemente 66 años después repitió la historia con un accidente que se suscitó en Waco, una fábrica de fertilizantes que dejó entre 60 y 70 personas sin vida.

 

Con información Hemeroteca ABC