Kristen McMullen, de 30 años, dio a luz a una bebé al mismo tiempo que luchaba contra el COVID-19, sin embargo, su cuerpo no resistió y falleció el pasado 6 de agosto, dejando a una niña recién nacida y a su esposo.
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De acuerdo al reporte de medios internacionales, McMullen, de Florida, fue hospitalizada a causa del COVID-19 el pasado 21 de julio, así lo dijo Melissa Syverson, su tía. En el hospital, la mujer embarazada también fue diagnosticada con neumonía, pero fue enviada a casa cuatro días después de su ingreso, pero volvería a ser internada el día 26.
Para el 27 de julio, Kristen dio a luz a su hija, Summer Reign, a través de una cesárea de emergencia y posteriormente fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos.
Debido a las complicaciones por el COVID-19, el pasado 6 de agosto, la recién madre tuvo que ser conectada a un ventilador para poder respirar, pero falleció ese mismo día, así lo informó su familia.
“Esa primera semana, honestamente, la principal preocupación de Kristen era Summer y asegurarse de que estaba bien”, dijo Syverson.
La familiar de McMullen también reconoció que Summer, la pequeña recién nacida, ha traído alegría a la familia, quien en estos momentos lamenta la pérdida de Kristen.
Por su parte, uno de los tíos de Kristen reconoció en que confiaban que el COVID-19 en su sobrina “desaparecería tan rápido como llegó”, así como ha sucedido con gente de su misma edad (30 años).
La familia de la mujer se negó a decir si McMullen ya había sido vacunada contra el coronavirus, pero aseguró que otras personas deberían tener más cuidado con las mujeres embarazadas, sin importar su estado de vacunación.
De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, solo alrededor del 23 por ciento de las mujeres embarazadas han recibido al menos una dosis de una vacuna, por lo que instaron a personas en esta condición a vacunarse.
