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CIENCIA Y TECNOLOGíA

Muere ave más solitaria del mundo junto a estatua de “su pareja”

Nigel, un viejo alcatraz “que se enamoró” de una estatua de concreto diseñada para atraer a los alcatraces a la reserva científica de la Isla de Mana, en Nueva Zelanda, fue hallado muerto esta semana.

El cadáver del ave, que fue la primera en llegar a la isla, fue hallado rodeado de otras estatuas de alcatraz que los científicos conservacionistas encargados de monitorear la colonización de la isla por parte de esta especie de aves, habían colocado allí 40 años atrás.

Nigel, mejor conocido como “el ave más solitaria del mundo” murió en el nido de algas marinas y tierra que le había construido a “su amada” para cortejarla.

Su hogar durante la última fase de su vida fue la Isla de Mana, una reserva científica ubicada en la costa de Wellington, Nueva Zelanda, había sido poblada por al menos 80 aves de concreto que debían llamar la atención de los alcatraces de verdad que volaban por ahí para que se quedaran y se reprodujeran.

Al ver que solo Nigel había sido atraído por las aves falsas, en 2016 los científicos volvieron a pintar los colores deslavados por el sol de las estatuas y las reubicaron en puntos más altos para ver si así podían llegar nuevos colonos.

Atraídos por una grabación de distintos llamados de aves, otros tres colonos acabaron por llegar a la isla para hacerle compañía a Nigel, pero por una razón que los científicos desconocen, este se aisló en otra parte de la isla para acompañarse únicamente de su pareja de concreto.

Por años Nigel cuidó a su pétrea compañera sin recibir respuesta y un día amaneció muerto.

Chris Bell, guardabosques del Departamento de Conservación y único habitante humano de la isla, explicó que Nigel nunca buscó la compañía de los otros tres alcatraces que llegaron después y que probablemente era porque había sido rechazado por su propia colonia años antes de llegar a la isla.

Bell explicó que era una verdadera pena que el alcatraz hubiera muerto apenas ahora, pues varias aves de su especie ya habían comenzado a llegar a la isla.

“Tal vez si hubiera esperado un par de años más habría conocido a una pareja con la cual tener crías, pero no fue así,” dijo.

Un vocero de Friends of Mana Island, un grupo de voluntarios que ayuda a conservar la isla y cuidar a sus habitantes, dijo que sin importar qué suceda, Nigel siempre será reconocido como el “fundador” oficial de la colonia de alcatraces pues fue él el que llegó primero y el que se quedó hasta su muerte.

Unos días después de su fallecimiento, los miembros de Friends of Mana Island le dedicaron un poema al ave que se enamoró de una estatua de concreto.

Para Nigel:

Te quedaste un tiempo en la Isla de Mana,

Atraído por tus compañeros de concreto.

Construiste un nido, hiciste tu mejor esfuerzo,

Pero solo Norman pasó por allí.

Desyerbamos, pintamos, rociamos guano alrededor.

Esperábamos que descubrieras las cosas buenas.

Llegaron tres novatos, una sorpresa navideña,

Pero de repente te fuiste.

RIP Nigel “El Solitario”.