Un sujeto en Turín, Italia, asesinó a un hombre que vio en la calle porque “parecía muy feliz”.
El pasado 23 de febrero, Stefano Leo fue apuñalado en el cuello mientras caminaba por el paseo de peatonal de Lungo Po Machiavelli y Machaouat.
Este ataque fue perpetrado por Said Machaouat, un italiano de origen marroquí de 27 años, quien se entregó a la policía italiana el 31 de marzo.
En sus primeras declaraciones, Machaouat explicó que actuó motivado por la envidia que sintió al ver a su víctima tan feliz.
Elegí a ese joven entre las muchas personas que pasaban porque parecía demasiado feliz, y no soportaba su felicidad. Yo quería asesinar a un chico como yo, quitarle todas las promesas que tenía, los hijos, arrebatárselo a sus amigos y a sus parientes”
Machaouat afirmó que pasaba por un momento difícil cuando cometió el crimen: no tenía dinero ni trabajo, tampoco un lugar para vivir y además acababa de divorciarse.
Lo vi, me miró y pensé que debería sufrir como lo estoy haciendo yo”
Paolo Borgna, fiscal jefe de Turín, catalogó esta justificación como “sorprendentemente banal”.
En tanto, Francesco Rizzo, comandante de la policía, informó que la investigación sigue en proceso, aún cuando la presencia de Said en la escena del crimen está confirmada.
