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HISTORIA

¿Mariano Matamoros era un hombre trans? Esta es la teoría que dice que sí

Sea verdad o no, la historia del cura Matamoros es un fascinante misterio

En el contexto de las Fiestas Patrias, algunos medios de comunicación difundieron la teoría de que el cura Mariano Matamoros, héroe de la Independencia de México, pudo haber sido un hombre trans. ¿En qué pruebas se apoya esta teoría?

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En mayo de 2010, con todos los honores, fueron exhumados los restos de los 14 héroes de la guerra de Independencia que reposan en el mausoleo de la Columna del Ángel de la Independencia.

Estos fueron trasladados al Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec, con el fin de llevar a cabo diversos estudios en los laboratorios de Antropología Física. Los resultados preliminares de esos estudios fueron compartidos tres años después, gracias a una solicitud de acceso a la información presentada al IFAI por La Jornada.

En los dos meses y medio que duraron las pruebas, los especialistas descubrieron varios detalles peculiares entre los restos óseos de los héroes de la patria. En la urna de Leona Vicario, por ejemplo, se encontraron los restos adicionales de otra persona, posiblemente su hija.

En donde estaban los restos de Miguel Hidalgo, Juan Aldama, Ignacio Allende, Mariano Jiménez y José María Morelos, también había restos óseos de niños y animales, como venados pequeños. Según los historiadores, hace dos siglos las exhumaciones se hacían sin cuidado, por lo que a menudo se mezclaban plantas o huesos de animales que yacían en el mismo cementerio.

Pero el hallazgo más sorprendente fue la aparente ausencia de uno de los héroes de la patria. En la urna donde deberían estar los restos de Mariano Matamoros, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron los huesos de una mujer.

Urna de Matamoros (Foto tomada del informe elaborado por el INAH)

Mariano Matamoros, ¿hombre trans?

Este hallazgo es la principal evidencia de la teoría compartida en redes sociales por integrantes de la comunidad trans.

Según Carlos María de Bustamante, escritor y contemporáneo de los mártires de la Independencia, el padre Matamoros “era un hombre delgado, de pequeña estatura, color blanco amarillento, ligeramente picado de viruela, pelo y barba rubios, ojos garzos (azules); inclinaba la cabeza sobre el hombro izquierdo, su voz gruesa y hueca. Tenía muy arraigado el vicio de fumar”.

También se decía de Matamoros no solía desnudarse en presencia de otros hombres. Algunos de estos rasgos podrían coincidir con el informe de antropología física elaborado por los investigadores del INAH:

“Los restos óseos corresponden a un adulto de 40 a 45 años de sexo femenino. No presenta cráneo, sólo un fragmento de la rama ascendente del lado derecho de la mandíbula, donde se encuentra presente el proceso caracoides, el ángulo mandibular y el cóndilo, donde se observa un ligero desgaste sobre la cúspide de éste, principalmente en su parte externa”.

Matamoros murió el 3 de febrero de 1814, cuando tenía 44 años, y la estatura de la mujer en la urna se calcula que era de 1.51 metros, dato que nos remite a la “pequeña estatura” de Matamoros. Pero es ahí donde terminan las coincidencias.

Pruebas en contra

La urna de Matamoros era en realidad una caja de madera con una placa que dice “General Insurgente Mariano Matamoros, Héroe de la Independencia Nacional”. Además del esqueleto de la mujer, el cual se encontraba “fracturado e incompleto, en regular estado de conservación”, los especialistas también hallaron una botella, un plato metálico y unas suelas de cuero delgadas y pequeñas, entre otras cosas desgastadas. Y no solo eso:

“Hay huesos de una mujer y otros, no solo de una mujer, de un joven, de un adulto masculino, fragmentos de húmero y la mayoría corresponden a una mujer de 40 años; es lo que cotejamos con la historia y sí, desde un principio hay la duda de que si de verdad son los restos de Mariano Matamoros”, dijo el investigador José Antonio Pompa Padilla a Noticieros Televisa en una nota de 2013.

Matamoros fue capturado por los realistas en Puruarán, a las afueras de Valladolid, para luego ser entregado a la autoridad civil y hallado culpable de traición a la corona española. Fue pasado por las armas en la misma ciudad que hoy se conoce como Morelia, y se dice que recibió dos descargas del pelotón de fusilamiento.

Quizás la prueba más contundente de que los restos óseos en la urna pertenecían a otra persona es que las costillas estaban perforadas por acción de polillas, y solo en el costado derecho. En otras palabras, no había evidencia de los múltiples impactos de bala de un pelotón.

También trascendió en el informe que “todas las marcas de actividad encontradas en este individuo, nos indican que en vida se dedicó a la molienda de granos y semillas, así como a la preparación de alimentos en posición encuclillas, además de utilizar más el lado derecho de su cuerpo”.

¿Qué fue entonces del cuerpo de Mariano Matamoros y por qué habría una mujer en su urna de edad y estatura semejantes? Un auténtico misterio.

Luego de su ejecución, el sacerdote insurgente supuestamente fue sepultado de manera inmediata en la iglesia de la Tercera Orden de Valladolid. El 16 de septiembre de 1823, su cuerpo fue trasladado a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, y ahí permaneció hasta 1925, cuando fue exhumado de nueva cuenta para su traslado a la columna del Ángel de la Independencia.