Con una foto, una maestra de arte de una escuela de Oklahoma, logró que la escuela donde trabaja, sufriera una renovación radical.
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En marzo pasado, Laurissa Kovacs subió a su cuenta de Facebook una foto que exhibe el precario estado en el que se encuentra la escuela secundaria Puterbaugh de la localidad de McAlester, Oklahoma.
Sillas rotas y mobiliario dañado, son algunas cosas de las que se vieron en la foto que subió Kovacs, y que pronto provocó que la administración de la secundaria recibiera más de 44 mil dólares en muebles e instrumentos donados por decenas de personas que se conmovieron por la situación que viven los estudiantes de esa región.
En su publicación la maestra dijo que el estado en el que se encuentra la mayoría de las sillas en las que los estudiantes se ven obligados a pasar sentados varias horas al día, la hizo llevar sus propias sillas plegables para darles cierto grado de comodidad.
Una vez que se viralizó la foto que muestra el lamentable estado de su escuela, la maestra recibió donaciones por miles de dólares (Twitter).
Además, dice Kovacs, la falta de espacio en los salones de clases la obligó hace tiempo a abandonar algunas dinámicas que tenía planeadas para su clase, misma que es tan grande que apenas cabe en el aula.
En su perfil de Facebook, la educadora dijo que muchas veces lo estudiantes se ven en la necesidad de apartar las pocas sillas que hay disponibles, colocando su sacapuntas sobre ellas.
“Al final,” dijo Kovacs a CNN, “sentí la necesidad de mostrarle a la gente un poco de los problemas que enfrentamos todos los días”.
En pocas horas, su publicación fue compartida más de 82 mil veces, provocando también que miles de personas comentaran al respecto de su situación.
Al ver que su denuncia había sido un éxito, Kovacs creó una página de compras en Amazon para que la gente que quisiera donar algo a la escuela donde trabaja, pudiera hacerlo.
En cuestión de días, comenzaron a llegar las tizas, los sacapuntas, los bolígrafos y las sillas que sus alumnos necesitan para estudiar, pero las donaciones no pararon ahí.
La petición de Amazon se cumplió gracias a las contribuciones de decenas de internautas (Twitter).
Laurissa confesó para un noticiero local que luego de que su campaña en Amazon probara ser exitosa, comenzó a recibir otras cosas que no había pedido, pero que también agradeció.
La profesora explica que pronto llegaron a sus manos tijeras, papel especial para hacer origami e incluso seis computadoras portátiles. Se calcula que para los primeros días de abril, Kovacs recibió al menos 600 paquetes con distintos artículos necesarios para la secundaria.
De acuerdo al portal CNN, Kovacs ha sido una de las maestras más vocales en la lucha por hacer que el Estado invierta más en la educación, mejorando las condiciones de los alumnos e incrementando los salarios de los profesores.
Ahora la profesora planea compartir parte de lo que recibió con otras escuelas del estado pues, afirma, también se encuentran en situación precaria.
