En redes sociales circularon opiniones sobre que el uso de solventes tendría una relación con los casos negativos de COVID-19 entre la población de indigentes, ¿pero realmente estos productos evitan que estas personas contraigan el SARS-CoV-2? Por el momento ya existen tres teorías al respecto.
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La población de indigentes en la Ciudad de México enfrenta distintas adversidades en su vida diaria. El habitar las calles de la capital y estar expuestos a enfermedades o situaciones que ponen en riesgo su bienestar es una realidad cotidiana para ellos, sin embargo ante la presencia del COVID-19 se ha presentado un nuevo escenario que resulta muy particular.
En este, la población sin hogar ha registrado un número considerable de casos negativos de COVID-19, lo que hace que muchos se pregunten el por qué de este hecho.
Pese a que para algunos el uso de solventes u otras sustancias nocivas tendría una participación importante ayudándolos a prevenir un contagio, esta no sería la única explicación válida y de hecho, como lo mencionó uno de los fundadores de El Caracol, sería la menos probable.
Para Luis Enrique Hernández, miembro de la Organización de la Sociedad Civil (OSC) mexicana, El Caracol, que contribuye a la visibilidad e inclusión social de las poblaciones callejeras, podrían existir tres teorías de por qué estas personas no han contraído COVID-19 a pesar de las condiciones en las que viven.
La primera de ellas tendría relación con el “aislamiento social intenso en el que viven” porque a ellos “nadie se acerca a abrazarlos, nadie habla con ellos, la gente que les regala comida o dinero los trata a la distancia” y sería precisamente “esa indiferencia social” la que “parece les ha ayudado”, explicó Hernández en una entrevista.
La segunda estaría relacionada “con la parte inmunológica“, ya que aunque no existe un estudio que brinde una explicación científica que dé razón a este hecho, “al menos la experiencia médica dice que entre más expuestos estamos a patógenos, más resistente es nuestro sistema inmunológico y la población de la calle nos ha demostrado que sus cuerpos llegan a límites impensables”, mencionó Luis Enrique.
“Yo los he visto en situaciones muy adversas, y se salvan. Dato curioso: el coronavirus ataca a los pulmones, uno de los primeros órganos que se les deteriora por vivir en la calle”, añadió.
La tercera hipótesis, que ha llamado la atención de usuarios en redes sociales, es la del uso de solventes y otros productos. Para Luis Enrique “estos hacen de una suerte de desinfectante”. Junto a este se consideraría el uso y consumo de alcohol que no siempre proviene de la mejor calidad.
Aunque El Caracol detalla que no han encontrado “un solo caso de COVID-19” entre la población callejera, Hernández detalló que “un estudio serio despejaría muchas dudas”.
“…Fuimos a repartir 200 cubrebocas y 200 bolsas de gel a un comedor de La Villa. Había 100 personas. Unas noventa vivían en la calle, las otras eran personas con dificultades de dinero. La mitad usaba cubrebocas, sucios y mal puestos, pero usaba cubrebocas. Les tomamos la temperatura y sólo un chavo nos salió con indicador de fiebre. Nos preocupamos. Pero no, no era fiebre. Sólo venía acalorado”, narró.
Pese a que a inicios de la pandemia se habló de 12 casos positivos de SARS-CoV-2 entre esta población, Luis Enrique mencionó que al llegar a los sitios referidos en la colonia Morelos y en el Centro Histórico de la ciudad, no encontraron ninguno.
“Nos preocupa que cada vez hay más población contagiada”, aclaró para después explicar que “es como el círculo de la mancha voraz, o sea en algún momento, el virus llegará a la calle y no lo podremos controlar. Tienen todo en contra…”.
“Esta pandemia es muy costosa: las pruebas, los medicamentos, el oxígeno, la hospitalización, la rehabilitación. Y a eso hay que sumarle el colapso del sistema de salud. Cuando alguien que duerme en la banqueta, que consume sustancias, que no tiene acta de nacimiento, menos CURP, cuando alguien que no tiene dinero ni casa, si se contagia, la posibilidad de que muera es casi segura. Por eso es importante que el gobierno vacune a esta población: por riesgo de condición de vida, no por edad”, expresó.
¿Qué le hacen los solventes a tu cuerpo?
Los solventes son sustancias dañinas para el cuerpo humano y afectan principalmente al sistema nervioso central. Al inhalarlos una persona puede presentar somnolencia, inconsciencia, parálisis y convulsiones además de irritación de ojos, nariz y garganta.
Entre otros síntomas está el eczema e irritación de la piel, las náuseas, vómitos, mareos y dolores de cabeza. Como lo indican sitios especializados, “la alta concentración de las sustancias químicas en estos productos pueden provocar ritmos cardiacos rápidos e irregulares que pueden desatar la insuficiencia cardiaca” que es mortal pocos minutos después de padecerla.
Algunos de los problemas más frecuentes, además de los mencionados, son:
- Asfixia
- Sofocación
- Convulsiones
- Coma
- Atoramiento
- Trauma mortal
Con información de Milenio
