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CIENCIA Y TECNOLOGíA

Estudiantes del IPN crean bioplástico con cáscara de naranja y ganan tercer lugar en concurso

Con este nuevo material, los estudiantes del IPN tienen proyectado elaborar botellas biodegradables

Estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron un proyecto para generar bioplástico con cáscara de naranja, una invención con la que ganaron el tercer lugar del Reto CDMX, Concurso de Innovación. De acuerdo con un comunicado de la institución, se espera que con este material se elaboren botellas biodegradables en menos de un año.

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El tercer lugar obtenido por los estudiantes fue en la categoría “economía circular”.

El equipo de estudiantes que desarrollaron el proyecto para hacer bioplástico. (Foto: IPN)

Fue reconocido por instituciones públicas y privadas el esfuerzo de los alumnos de la carrera de ingeniería Ingeniería Ambiental, Adrián Emanuel Tun Panti, Karen Itzel Osorio López, Antonio Falcón Martínez e Itzel Berenice Rosas Bermúdez, coordinados por el profesor Saúl Hernández Islas.

“Con el apoyo del Gobierno de la Ciudad de México, Ultrahack junto con la Embajada de Finlandia, Business Finland y partners industriales reconocieron al proyecto Narandam, orange is the new Green de los alumnos de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (UPIBI), Adrián Emanuel Tun Panti, Karen Itzel Osorio López, Antonio Falcón Martínez e Itzel Berenice Rosas Bermúdez, quienes fueron asesorados por el Maestro en Ciencias, Saúl Hernández Islas”, se lee en el comunicado del IPN.

El material con el que se harán las nuevas botellas biodegradables y biobasadas será recogido de los desechos de negocios, comercios y empresas dedicadas a la producción de jugos. “De esta forma nuestros proveedores se verán beneficiados al disponer sus residuos de manera óptima, para así nosotros elaborar botellas que se degradan en un lapso de 3 a 6 meses”, destacó el equipo de estudiantes.

Los alumnos puntualizaron que el proyecto todavía está en fase de pruebas preliminares, sin embargo ya cuentan tanto con el conocimiento científico de los materiales idóneos como con la metodología inicial para el proceso industrial.

Eligieron la cáscara de naranja, ya que “tiene características físicas similares a las de los plásticos convencionales, ya que sus componentes poseen propiedades que aportan rigidez y flexibilidad, así como también capacidad de polimerización e incluso actividad antimicrobiana”, explicaron.

Lo que sigue son diversas pruebas, entre las que destacan las destructivas, de biodegradabilidad y las relacionadas con la obtención y purificación del polímero, por lo que buscan un financiamiento inicial para llevar a cabo el desarrollo de un prototipo.

Para este producto, los estudiantes de la UPIBI estimaron un precio unitario que se encuentra dentro del rango de precios de botellas hechas a partir de biopolímeros a nivel internacional y dicen que el proyecto es económicamente rentable al presentar un tiempo estimado de recuperación de la inversión de tres años con tres meses, según el comunicado.