Inicio  /  Historias
CRIMEN Y SEGURIDAD

Extorsionista amenazó a un anciano sin saber que era un ex-director del FBI y la CIA

Esta semana, Keniel Thomas fue condenado a 71 meses de prisión. ¿Su delito? Chantajear a un anciano de 94 años de edad sin saber que se trataba de un influyente ex-director del FBI y la CIA.

Las llamadas comenzaron en junio de 2014, cuando William Webster y su esposa Lynda fueron alertados de ser supuestos ganadores de un premio millonario de lotería y un automóvil de lujo.

Desde la otra línea, un joven que se hacía llamar David Morgan, le dijo a sus posibles víctimas que solo tenían que hacerle un depósito de 50 mil dólares, para pagar los impuestos del premio y éste se pueda liberar.

El operador era en realidad Keniel Thomas, un hombre de 29 años que llamaba desde Jamaica para estafar a personas de la tercera edad. Gracias a esta actividad ilícita, el señor Thomas había acumulado un botín de 300 mil dólares.

Sin embargo, los Webster no le transfirieron ningún centavo al con man. El señor Thomas insistió con sus llamadas, poniéndose cada vez más agresivo y amenazando de muerte a la pareja de ancianos. Así que el ex-director del FBI se puso en contacto con el buró para rastrear las llamadas.

William H. Webster es un juez jubilado que fungió como director del FBI y la CIA en las administraciones de Jimmy Carter y Ronald Reagan. En la actualidad todavía mantiene cierta influencia en los pasillos de Washington, como cabeza del Consejo de Asesores de Seguridad Interior.

El FBI no tardó en identificar al chantajista jamaiquino, y cuando éste viajó a Estados Unidos el 18 de diciembre de 2017, fue de inmediato arrestado en el aeropuerto internacional de Nueva York, ignorando que tenía una orden de aprehensión sobre su cabeza.

Keniel Thomas se declaró culpable en octubre del año pasado. Al término de su condena, será deportado a Jamaica.

A pesar de todo, éste no es el primer chantajista con el cual los Webster han tenido que lidiar. Explica la esposa, Lynda Webster:

Éste fue solo uno de los muchos estafadores que lo llaman y me llaman. Pero lo diferente en esta caso, sin embargo, es que este caballero en particular era vil. Él era desagradable, era aterrador, aterrador es una palabra que uso a menudo. Los otros eran amables, pero una vez que nos poníamos desagradables con ellos, finalmente se daban por vencidos. Éste era diferente.

No es raro que estafadores de países como Jamaica se concentren en personas de la tercera edad que vivan en zonas adineradas de Estados Unidos. Se trata de presas fáciles, dispuestas a responder llamadas telefónicas de números desconocidos y conversar con extraños que suelen prometerles premios millonarios o productos ‘milagro’.

Via NBC News.