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SALUD

¿Qué es el efluvio telógeno, secuela del covid que deriva en la caída del cabello?

Se trata de una condición que es totalmente reversible

¿Tuviste COVID-19 hace tiempo pero todavía sigues experimentando pérdida de pelo? Es posible que tu cabello esté manifestando efluvio telógeno, una condición que suele presentarse luego de una experiencia estresante o traumática.

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Desde el inicio de la pandemia, personas que superaron el covid se han quejado de pérdida de pelo como una de las numerosas secuelas que se han registrado del llamado ‘covid largo’.

El ciclo de vida del cabello consiste de tres etapas: anágena, catágena y telógena; la pérdida del cabello, por supuesto, se encuentra en la última fase. Cada día, una persona, sea hombre o mujer, pierde de forma natural entre 50 y 90 cabellos.

En una reciente entrevista con un especialista de la UNAM, una enfermedad como el COVID-19 acelera las fases, llegando a la última de manera más temprana. Este fenómeno de aceleración se conoce como efluvio telógeno.

El efluvio telógeno agudo es la segunda condición más común de pérdida de pelo diagnosticada por dermatólogos (la alopecia androgénica está en primer lugar). Ésta aparece al principio como un adelgazamiento del cabello en el cuero cabelludo, el cual puede limitarse a un área o aparecer en todas partes.

Los pelos que se desprenden suelen ser pelos telógenos, los cuales pueden reconocerse por un pequeño bulbo de queratina en el extremo de la raíz. Por lo general, esta condición ocurre cuando hay un cambio en la cantidad de folículos pilosos en crecimiento.

La situación más común que puede detonar un caso de efluvio telógeno suele ser el estrés o una situación traumática, como un accidente automovilístico. También suele presentarse en madres que acaban de dar a luz o salir de una cirugía, o como resultado de un tratamiento. Una semana con síntomas de covid es una situación que se presta con facilidad a la manifestación de efluvio telógeno.

Por ejemplo, una persona puede experimentar un suceso tan estresante que “conmociona” a los folículos pilosos en crecimiento a tal grado que entran en un estado de reposo. Esto da como resultado un aumento en la caída del cabello y un adelgazamiento difuso del cabello en el cuero cabelludo.

Aunque la pérdida repentina de cabello suele provocar pánico y mayor estrés, es importante recordar que es totalmente reversible después de unos meses. Para tratamientos, lo más recomendable es que uno no se automedique, sino que consulte a su dermatólogo.