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CRIMEN Y SEGURIDAD

Cráter de bomba nuclear de EE.UU. contaminará el océano Pacífico: ONU

Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha expresado su preocupación por la contaminación que podría estar causando una bomba nuclear lanzada por Estados Unidos en los años 50.

La bomba ‘Cactus‘ explotó en 1958 como parte de los ensayos nucleares de Estados Unidos cerca de las Islas Marshall, un país insular ubicado en el océano Pacífico,  a 14 horas en avión al oeste de Hawaii.

Aunque la explosión fue relativamente pequeña en ese entonces, su herencia en cambio es una gran carga para las Islas Marshall, pues su cráter se llenó de desechos nucleares y se cubrió con una cúpula que ha comenzado a deteriorarse.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, compartió recientemente sus preocupaciones en cuanto a posibles fugas de materias radioactivas en el atolón de Enewetak, calificando este cráter como “una especie de sarcófago“.

Fotografía capturada por la Agencia de Defensa Nuclear de Estados Unidos en 1980 que muestra el domo instalado sobre el cráter de la isla Runit, en el atolón de Enewetak (GettyImages/Archivo)

 

Entre 1946 y 1996, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia efectuaron cientos de ensayos nucleares en las islas del Pacífico.

Más de 67 ensayos nucleares fueron realizados en los atolones de Bikini y Enewetak, en las islas Marshall.

Dos décadas después de la explosión de ‘Cactus’ en Enewetak, el ejército estadounidense derramó en su cráter los desechos contaminados de decenas de otros ensayos y los recubrió en 1979 con una gran cúpula de cemento de 115 metros de diámetro y 45 centímetros de espesor.

Esta solución fue considerada como temporal, pues por razones de costos el fondo del cráter no fue aislado con una capa de cemento, lo que no previene fugas radiactivas.

Imagen de un ensayo nuclear estadounidense realizado en 1946 en el atolón de Bikini, en las Islas Marshall (Reuters/Archivo)

 

Después de cuatro décadas, han aparecido grietas en la cúpula instalada, la cual también está amenazada por la eventual subida del nivel del mar causada por el cambio climático.

Está llena de contaminantes radiactivos como plutonio-239, una de las sustancia más tóxicas conocidas por el hombre”, denuncia Jack Ading, representante de la zona en el Parlamento de las Marshall.

“El sarcófago tiene fugas de veneno en el entorno inmediato. Lo peor es que nos dicen que no nos preocupemos por las fugas ya que los niveles de radiactividad en el exterior de la cúpula son al menos tan elevados como en el interior”, añade Ading.

Esta cúpula es un símbolo de la pesada herencia dejada por el amplio programa de ensayos nucleares de EE.UU. en el Pacífico.

Muchos habitantes han sido obligados a evacuar sus tierras y miles de otros fueron afectados por al radiactividad. La población de Enewetak, evacuada durante los 50, no pudo volver sino hasta 1980, cuando se instaló la cúpula.

Aproximadamente 800 personas viven hoy en el extremo sur del atolón, a una veintena de kilómetros de Runit, donde se encuentra el cráter.

El Pacífico fue víctima en el pasado, como sabemos”, declaró a mediados de mayo Guterres, tras reunirse con la presidenta de las Islas Marshall, Hilda Heine. “Estas consecuencias fueron dramáticas, en términos de salud, de envenenamiento del agua en algunas zonas”. dijo.

En 2013, una inspección estadounidense insinuó que las consecuencias radiactivas en los sedimentos de la tierra cercana al cráter eran ya tan altos que una ruptura de la cúpula no implicaría necesariamente un aumento de la exposición a radiaciones.

Antonio Guterres expresa su preocupación sobre el domo construido sobre el cráter de ‘Cactus’ en una visita oficial a las Islas Marshall (AP Images)

 

Con información de AFP