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POR EL PLANETA

Fábricas ilegales chinas: el origen del agujero en la capa de ozono

Científicos descubren el origen del agujero en la capa de ozono: producción ilegal de químicos en China.

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De acuerdo a científicos de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA, por sus siglas en inglés), el agente químico que ha estado incrementando el tamaño de la capa de ozono de la Tierra es conocido como CFC-11.

A pesar de que el componente se había prohibido a nivel mundial en 2010, al menos 18 compañías de origen chino continuaron produciéndolo, lo que ha agravado el daño en la capa de ozono.

De acuerdo al EIA, el CFC-11 se usa principalmente para fabricar espuma para aislar edificios, pero dejó de utilizarse en favor de otros químicos debido a que su uso afecta a todo el planeta.

Los científicos encargados de descubrir el origen del daño indicaron que la producción de este químico debería considerarse “un crimen ambiental a escala masiva“.

No fue sino hasta hace unos días que se pudo determinar el origen exacto del químico que ha estado dañando la única protección que tiene la Tierra contra los rayos ultravioleta provenientes del Sol.

Hasta hace poco se creía que este venía de algún lugar del este de Asia, pero solo a través de estudios recientes se pudo saber exactamente quiénes han sido los responsables de dañar la capa de ozono.

A pesar de que los expertos notaron recientemente que el agujero en la capa había comenzado a sanar, el incremento en la producción del CFC-11 desaceleró su cicatrización.

De acuerdo a Alexander von Bismarck, director ejecutivo de la rama estadounidense del EIA, “el CFC-11 también contribuye al calentamiento global“.

“Si China no detiene la producción ilegal de este CFC,” indica von Bismarck, “pondrá en peligro la lenta cicatrización de nuestra capa de otoño”.

La mayoría de los componentes clasificados como CFC fueron prohibidos a nivel mundial tras la firma del Protocolo de Montreal firmado en los ochenta.

Antes de 1987 el uso de CFC era casi un estándar en la industria de la refrigeración y la fabricación de sprays para distintos usos, pero en cuanto varios estudios demostraron que este compuesto era culpable de la reducción del ozono en los altos estratos de la atmósfera terrestre, se optó por prohibirlos, obligando a decenas de empresas a estudiar alternativas que no fueran tan agresivas con el medio ambiente.