TUCSON, Estados Unidos, may.25, 2015.- Alrededor de 100 personas procedentes de Estados Unidos, México, Canadá y América Central caminarán durante los siguientes siete días por la misma ruta que siguen los inmigrantes indocumentados a través de la frontera de Arizona.
Estas personas participan en la caminata “Sendero del Migrante”, iniciativa que comenzó hoy en Tucson, Arizona, con una ceremonia para después comenzar el recorrido desde la población fronteriza de Sasabe, Sonora (México).
Chandra Russo, una de las organizadoras del evento que este año celebra su duodécimo aniversario, comentó a Efe que el principal objetivo de este recorrido es atraer la atención a la crisis humanitaria que se vive en la frontera, donde anualmente aproximadamente un promedio de 170 personas pierden la vida solo en el desierto de Arizona.
Los organizadores estiman que desde 1990, un promedio de 6.000 hombres, mujeres y niños han perdido la vida en su intento por cruzar la frontera de manera ilegal entre los Estados Unidos y México.
Una de las participantes es Natividad Cano, una mexicana de 67 años de edad quien llevará a cabo todo el recorrido de 75 millas el cual empieza hoy y culminará el próximo domingo.
“Demasiada gente ha muerto de forma tan trágica en la frontera, por la política de nuestros gobierno tanto de México como de los Estados Unidos que no toman en cuenta al ser humano”, dijo Cano.
Al igual que otros participantes, la madre y abuela llevará consigo dos cruces de color blanco, las cuales representan a una persona que ha fallecido en la frontera.
Las cruces de madera llevan el nombre de la persona, el año en que fue encontrado su cuerpo y si nunca fue identificado solamente se lee “desconocido” o “desconocida”.
Organizaciones humanitarias estiman que por lo menos un tercio de los indocumentados que mueren en el desierto de Arizona anualmente no son identificados.
“Desgraciadamente su familia aun los espera, no saben que pasó con ellos”, lamentó Cano.
Para los participantes, la caminata tiene un significado humanitario, espiritual y político al pasar el mismo sendero que recorren los inmigrantes.