Piden autopsia independiente de latina abatida por policías

DENVER, Estados Unidos, ene. 29, 2015 .- La familia de Jessica Hernández, una joven de 17 años abatida por agentes de la Policía de Denver (DPD) esta semana, pidieron que se realice una “autopsia independiente” para conocer los detalles de esta muerte, que ha levantado una intensa polémica por el abuso policial.

Amigos y familiares de Hernández iniciaron hoy una campaña de recaudación de fondos para sufragar los costes del funeral de Hernández, aunque esa ceremonia se postergará hasta que se realice la autopsia.

La campaña “Descansa en Paz, Jessica Hernández” busca reunir 5.000 dólares para sufragar los servicios fúnebres, pues, aseguran, la familia de Hernández carece de esos recursos y que, a pesar de los problemas que la joven enfrentó en vida, merece un “funeral con dignidad”.

La última despedida de la adolescente se llevará a cabo una vez que el médico forense de Denver determine cuántos impactos de bala recibió Hernández y una vez que un laboratorio independiente, aún por designar, complete una segunda autopsia y un análisis toxicológico.

Anoche, unas 200 personas se congregaron en parque de Thornton, suburbio al norte de Denver, cerca de donde vivía Hernández, para recordar a la joven, pedir justicia y exigir una investigación detallada de los hechos.

Como respuesta, el jefe del Departamento de Policía de Denver (DPD), Robert White, identificó a los oficiales Daniel Greene y Gabriel Jordan como los agentes que dispararon contra Hernández el pasado lunes cuando intentaron detener el carro robado que conducía la joven.

White prometió que la DPD realizará su propia investigación y que lo hará “con transparencia”. Por separado, la Oficina del Monitor Independiente de Denver, que revisa la conducta de policías, alguaciles y bomberos de esta ciudad, y el Departamento de Seguridad Pública local ya habían anunciado el inicio de sus propias investigaciones.

En un comunicado, la DPD detalló este miércoles las razones que autorizan a los policías deben a usar sus armas contra carros en movimiento. Una de esas razones es la de sentirse amenazado por el vehículo, es decir, cuando el conductor decide usar el carro como arma.

Debido a que el agente Jordan terminó el operativo con una pierna fracturada, aparentemente la actuación de los uniformados sería legítima.

Sin embargo, varios testigos ofrecieron distintas versiones sobre cuándo se produjo el choque que lesionó al agente, si antes o después de que se realizasen los disparos.

La muerte de Hernández es la cuarta en los últimos siete meses ocasionada por disparos de policías de Denver contra automóviles en movimiento.

Por eso, la Oficina del Monitor Independiente anunció que, además de este caso particular, se evaluarán “las normas, prácticas y entrenamiento” de la DPD para asegurarse que este tipo de acciones “no represente riesgos de seguridad para ni para los oficiales ni para la comunidad”.