MADRID, España, jul. 8, 2014.- El Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, destacó este martes que la labor de la oposición venezolana es la que impide que Venezuela se convierta en “una segunda Cuba”.
Al encabezar el VII Foro Atlántico, celebrado en la Casa de América en Madrid, España, el escritor resaltó el papel de la opositora venezolana María Corina Machado, invitada a este evento pero que no pudo salir de su país debido a una orden judicial.
“Si el chavismo no ha desembocado en una dictadura absolutamente totalitaria como la cubana, es por la extraordinaria valentía y coraje con que los disidentes venezolanos han resistido esa deriva y han conseguido frenarla”, manifestó Vargas Llosa.
En una mesa de trabajo con la periodista cubana Yoani Sánchez, apuntó que también la labor de la disidencia cubana es importante, por cuyo trabajo ha logrado un prestigio internacional que la protege ante los abusos en la isla.
“Hoy en día crece la indiferencia hacia Cuba como si no hubiera esperanzas. Pero personas como Yoani Sánchez han demostrado que es posible resistir”, refirió el también presidente de la Fundación Internacional por la Libertad, que convocó a este evento.
“Ser disidente en Cuba exige una voluntad de sacrificio enorme y luchar no sólo contra un régimen que práctica una represión brutal y sin escrúpulos”, señaló Vargas Llosa.
Explicó que es difícil también el papel de la disidencia en momentos en que crece a la indiferencia respecto a la revolución cubana, “como si fuera un fenómeno irreversible y no tuviera posibilidades de terminar algún día”.
Al participar en el foro, Yoani Sánchez aseveró que “la vida de un disidente está marcada (en Cuba) por la vigilancia y la represión”, por lo que ha aprendido “a vivir vigilada, aunque hay también una satanización social, como si el disidente fuera una persona radioactiva”.
“El primer conflicto más allá del embargo económico, es el bloqueo del gobierno cubano a los propios cubanos en falta de libertades y restricciones económicas para el emprendimiento y el desarrollo”, subrayó.
La periodista criticó las reformas del gobierno del presidente cubano Raúl Castro, ya que las de tipo económico van a un ritmo “desesperante”, mientras que en lo político “no se ha hecho nada”.
“La palabra reforma le queda muy grande al castrismo, que está cambiando más por necesidad que por voluntad. Son motivos de la necesidad y no de la voluntad política”, puntualizó.
Consideró que el país “necesita un verdadero desfibrilador para activar su corazón económico”.
AAE
