El Regreso del Coco: una celebración de paz a los muertos

Por quinta vez, el Festival de Música y Artes el Regreso del Coco iluminará el camino de los muertos. Alrededor de una veintena de bandas nacionales e internacionales valdrán la pena para ponerse el protector solar y la chamarra.

 

Habrá música sedosa y una fiesta de baile el próximo primero de noviembre en la Zona Cultural de Mixquic al sur del Distrito Federal. 

 

El reto de este evento es concebir una celebración de paz a los difuntos, empeñado en mantener viva y fomentar la tradición del Día de Muertos.

 

Dicen que las ocasiones especiales son para romper la rutina y ser feliz, como será con la aparición de Siddhartha, Mon Laferte, Caloncho, La Vida Boheme y Rebel Cats, enre otros en el camino a Mixquic, Calle I. Zaragoza 156 Col. Antonio Tecomitl, en la Delegación  Milpa Alta.

 

En su edición 2014 destaca la voz de ensueño de Mon Laferte y la atmósfera de los 50′ del rockabilly de los Rebel Cats que generan un efecto totalmente seductor.

 

El rock y las tradiciones serán alimento básico para los vivos con bandas innovadoras de la música y el baile, que obligarán a mover la cabeza y las caderas, cerca de Mixquic que es ningún otro lugar en México junto a artistas emergentes que definirán tu fin de semana, y tal vez el fin de año.

 

Durante el desarrollo del Regreso del Coco como consejo viste cómodo habrá zona de camping porque finaliza el 2 de noviembre. Para que tengas que contar algo diferente en esta recta final del año y valga la pena las quemaduras de sol y las tormentas de adrenalina que disfrutas cada día. 

 

El festival ha crecido significativamente en los últimos años, a tal grado de encontrarlo dentro de uno mismo, los precios son  como un lucero humeante oscilan entre los 200 y 250 pesos.

 

Además de divertirse el público contribuye al consumo de productos de los residentes nativos. En una tarde bordada de voluptusosas notas de guitarra y una noche de luna arrodillada, en una zona donde emergen las flores naranjas de cempasúchil de la tierra con sed de horizonte y de galope. Un sorbo tras el otro, noche y día para marcar el camino al lugar de los muertos.

 

 

HVI