CIUDAD DE MÉXICO, México, jul. 3, 2014.- El virus del dolor o chikungunya es transmitido por la picadura del mosquito Aedes Aegypti, mismo que es responsable de la propagación del dengue.
Las manifestaciones clínicas suelen iniciar de tres a siete días después de la picadura del mosquito con fiebre y un dolor muy intenso en las articulaciones, los tendones y los músculos.
Si bien el padecimiento puede confundirse con el dengue, una característica del chikungunya es el intenso dolor en estos tejidos blandos que hace que las personas piensen que no lo van a sobrevivir.
Otros síntomas que pueden acompañar a la infección por virus del dolor son inflamación de las articulaciones, ronchas en la piel, náuseas, cansancio extremo y dolor de cabeza.
El diagnóstico se sospecha por el cuadro clínico, pero solo puede confirmarse y distinguirse del dengue mediante un estudio de sangre que detecta el virus o los anticuerpos que se crean contra éste y que suelen desarrollarse al final de la primera semana de la enfermedad.
No hay medicamento para curar el virus del dolor, el propio organismo es el que debe combatirlo con sus defensas. La persona infectada debe recibir tratamiento de sostén mediante una hidratación adecuada y fármacos para controlar la fiebre, el dolor y la inflamación.
Si bien la mayoría de las personas previamente sanas mejora en un lapso de siete días, hay casos en los cuales el dolor puede permanecer meses.
Ciertos grupos poblacionales representan un mayor riesgo al contraer el virus del dolor debido a sus bajas defensas, como los recién nacidos, mujeres embarazadas, adultos mayores de 65 años de edad y personas con enfermedades concomitantes como hipertensión arterial, diabetes o trastornos cardiovasculares.
No existe vacuna para prevenir el virus del dolor, de ahí la importancia de utilizar repelentes y evitar la presencia de agua estancada, sitio en el cual se reproduce el mosquito transmisor.
VM,
