GUADALAJARA, México, jun 8, 2015.- Recuperaron la libertad los dos integrantes del pueblo wirárika detenidos con plantas de peyote en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
Mario Bautista y Guadalupe López son hikuritamete que se traduce como en jicareros o recolectores de peyote.
Son sacerdote y aprendiz respectivamente, originarios de la comunidad de San Andrés Coahmiata de Mexquitic, Jalisco.
Al momento de su detención se dirigían al estado de Baja California sur donde participarían en un evento vinculado a la difusión de su cultura.
“Se encuentran precisamente protegidos por una serie de legislaciones que permiten el reconocimiento de una serie de usos y costumbres a partir de esa particular cosmovisión”, dijo Alfonso Hernández, visitador de Derechos Humanos.
Según informó la PGR delegación Jalisco, el juez federal encargado del caso les otorgó la libertad por falta de elementos para procesarlos.
Contra Mario Bautista y Guadalupe López no había cargos, puesto que la procesión de la planta, -a la que se le atribuyen efectos alucinógenos-, no era con fines de comercio o suministro sino para la realización de rituales.
Sin embargo lo ocurrido podría tener represalias al interior de su comunidad.
“Para ellos implica una estigmatización en sus comunidades por no haber cumplido el mandato como ellos tenían, es pues un asunto muy trascendente que a veces se minimiza a la luz de la cultura occidental”, dijo Alfonso Hernández.
La detención y reclusión de los ciudadanos indígenas, viola los derechos colectivos culturales e individuales garantizados tanto en la constitución política como en la constitución del estado de Jalisco.
LLH