Un perro en Estambul, Turquía, se las ingenió para ser atendido en una farmacia, tenía una herida en una de sus patas, por lo que se le acercó a la encargada del lugar, quien sin pensarlo dos veces, lo auxilió y le colocó un medicamento
Un perro en Estambul, Turquía, se las ingenió para ser atendido en una farmacia, tenía una herida en una de sus patas, por lo que se le acercó a la encargada del lugar, quien sin pensarlo dos veces, lo auxilió y le colocó un medicamento