SALUD

‘Yoal Ticitl’ ofrece servicios tradicionales de partería en la CDMX

El corazón de una bebé late con la misma intensidad con la que sus padres la esperan y ellos decidieron acudir con Miriam, una partera tradicional.

Miriam Padilla Flores, partera, agregó: “La partería es mucho de observación, mucho de escuchar, mucho de estar con la tensión flotante sobre la familia, sobre la mamá, sobre lo que necesitan”.

Miriam estudio psicología, pero la vida la fue llevando a descubrir su verdadera vocación hace apenas ocho años.

“Llegar a la psicología, llegar a los estudios de género fue una barca que me llevó a la partería, porque a lo mejor de otra manera no me hubiera enterado”, agregó Miriam Padilla Flores.

El don que Miriam dice tener, lo descubrió en la Escuela de Parteras Profesionales Casa, ubicada en San Miguel de Allende.

Ahora tiene una casa de medicina tradicional llamada ‘Yoal Ticitl’, que es apoyada por la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades del Gobierno de la Ciudad de México, en la delegación Tlalpan.

La casa ofrece sus servicios profesionales de partería tradicional, combina las herramientas médicas necesarias con las prácticas ancestrales como es la sobada y la manteada.

Pero también pretende erradicar desde su oficio, un fenómeno que es cada vez más frecuente, la violencia obstétrica.

Miriam Padilla Flores destacó: “Hay en nuestra cultura una forma de ejercer violencia tan velada, tan, no sé cómo decirlo, tapada, tan normalizada que se va mezclando con la violencia de género, con la violencia sexual, con la violencia doméstica, con la violencia social, hay tanta violencia que se va mezclando que al final la violencia obstétrica está tan naturalizada y tan poco vista porque pareciera que no impacta”.

Por ello, dice, los partos en casa son los mejores, siempre y cuando sea un parto de bajo riesgo.

“Para mí, el parto en casa es la posibilidad de entrar a este mundo con mucho respeto de esta familia, de esta mamá, de este bebé, y compartir con ellos el momento más importante de su vida”, dijo Miriam Padilla Flores.

Lamentablemente hay parteras que han tenido que dejar de desempeñar su oficio.

Laura Cao-Romero Alcalá, partera y fundadora de Ticime A.C., aseguró: “La partería si tiene un gran déficit, un gran hueco, laguna, de apoyo, apoyo jurídico, en el cual la partera se sienta apoyada, con justicia, también con conocimiento de lo que hace una partera, de las circunstancias que la rodean a ella y a la familia que atiende, y se le escuche”.

Por ejemplo, la señora Adelina, partera desde hace 52 años, ha tenido que abandonar la partería.

Adelina Galán Pérez, partera, señaló: “Todavía como cinco años atendía unos partos, pero ya de para acá, ya casi ya no, desde que entró la gratuidad ya casi ya para partos ya no, hay uno al año”.

La señora Adelina atendió desde los 27 años de edad, más de cuatro mil partos en su casa, en el barrio de San Francisco Culhuacán, en Coyoacán.

Hoy ya tiene 79 años y aunque no tiene la misma fortaleza que antes, extraña traer al mundo a más niños.

Con información de Karina Cuevas

LSH