ARTE Y CULTURA

Xhandú, el Día de Muertos zapoteca

El mercado de Juchitán, Oaxaca, poco a poco va recobrando su movimiento habitual, después del sismo del pasado 7 de septiembre.

Hasta este lugar llegaron cientos de personas para comprar los productos que las familias utilizan en la elaboración de los altares, para la celebración del Xhandú, el Día de Muertos Zapoteca.

Sin embargo, lo que más se resintió fue la escasez del pan de muerto.

“En Juchitán no he visto pan de muerto, de verdad, ayer vine a buscar dulce y busqué unos panes de muerto y no encontré, porque a muchos se les cayeron sus hornos y a dónde lo van a hacer”, señaló Rosa Aine Santiago Alonso, habitante de Juchitán.

Doña Juana es vecina de la Segunda Sección de Juchitán.

Hace poco murió su papá, a quien le dedicó este altar.

Fue un altar pequeño, con unas pocas ofrendas, por su primer año de difunto, que los zapotecas llaman Xhandú Yaá.

“Pues por el terremoto que hizo, ya no vimos nada, ya nomás pusimos un altarcito chiquito”, dijo por su parte Juana Villalobos, también habitante de Juchitán.

Pese al daño que dejó el sismo, muchas de las familias de Juchitán no quisieron dejar pasar esta tradición y colocaron ofrendas simbólica o simplemente acudieron al panteón a dejar flores en las tumbas.

“Los que no pudieron, pues aquí vinieron, a estar con sus dolientes, son sus familiares y ya despedirlos así es. Tristes, pues imagínese, esto vino a cambiarnos completamente la vida”, explicó Ana Lilia Blas López.

Según la tradición zapoteca, en Juchitán los muertos llegan el día 30 a las casas de la zona sur de la ciudad y el 31 a las de la zona norte.

El día 2, las familias llegan al panteón, sólo a dejar las flores y a despedir a sus difuntos.

Con información de Jorge Morales

AAE