¿Sientes fatiga, cansancio crónico, dolores musculares?
Cuidado, estos son solo algunos síntomas que se pueden presentar ante la ausencia de vitamina D para mantenerse saludable.
Seguramente te has encontrado con suplementos que contengan vitamina D en tiendas locales o que tu doctor te pida exámenes para comprobar que te hace falta.
La vitamina D juega un papel sumamente importante en el mantenimiento óseo debido a que nos ayuda a absorber el calcio.
El cuerpo la produce cuando nos exponemos al sol y al ingerir ciertos alimentos que la contienen de manera natural lo que facilita en la absorción del calcio.
Y no solo los humanos, sino todos los vertebrados, necesitamos vitamina D.
Pero, ¿por qué necesito vitamina D?
Como ya se mencionó, la vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, uno de los componentes principales de los huesos.
También juega un importante rol en el sistema nervioso, muscular e inmunitario.
¿Cómo la consigo?
Existen tres maneras de obtener vitamina D: La piel, la dieta y mediante suplementos.
Después de exponerse al sol, el cuerpo produce vitamina D naturalmente, sin embargo, demasiada exposición al sol puede ocasionar envejecimiento y cáncer de piel, razón por la que muchas personas la prefieren a través de otras fuentes.
¿Cuánta vitamina D necesito?
La cantidad de vitamina D que necesita cada día depende de su edad.
Las cantidades recomendadas, en unidades internacionales (UI), son:
Nacimiento hasta 12 meses: 400 UI
Niños entre uno y 13 años: 600 UI
Adolescentes entre 14 y 18 años: 600 UI
Adultos de 19 a 70 años: 600 UI
Adultos mayores de 71 años: 800 UI
Mujeres embarazadas y lactando: 600 UI
Las personas con alto riesgo de deficiencia de vitamina D pueden necesitar más y deben consultar con su médico sobre la dosis que necesitan.
Muy poca vitamina D puede causar deficiencia, relacionada con el desarrollo de huesos débiles.
Candidatos en riesgo a deficiencia de vitamina D
1.-Bebés amamantando, porque la leche humana no es una buena fuente de vitamina D. Si tú, mamá, estas amamantando, dale a tu bebé un suplemento de 400 UI de vitamina D todos los días.
2.-Adultos mayores, debido a que su piel no produce vitamina D cuando toman sol tan eficientemente como cuando fueron jóvenes y sus riñones no convierten la vitamina D a su forma activa de la mejor forma.
3.-Personas de piel oscura, pues tienen menos capacidad de producir vitamina D del sol.
4.-Personas con trastornos como enfermedad de Crohn o enfermedad celíaca, ya que no absorben la grasa correctamente y la vitamina D necesita grasa para ser absorbida.
5.-Personas que tienen obesidad porque su grasa corporal se une a un poco de vitamina D y le impide entrar en la sangre.
6.-Personas que se han sometido a una cirugía de bypass gástrico.
7.-Personas con osteoporosis.
8.-Personas con enfermedad renal o hepática crónica.
9.-Personas con hiperparatiroidismo (demasiado de una hormona que controla el nivel de calcio del cuerpo).
10.-Personas con sarcoidosis, tuberculosis, histoplasmosis u otra enfermedad granulomatosa (enfermedad con granulomas, formaciones de células causadas por inflamación crónica).
11.-Personas con algunos linfomas, un tipo de cáncer.
12.-Personas que toman medicamentos que afectan el metabolismo de la vitamina D, como la colestiramina (un fármaco contra el colesterol), medicamentos anticonvulsivos, glucocorticoides, medicamentos antimicóticos y medicamentos contra el VIH/SIDA.
Deficiencia de vitamina D, ¿qué problemas provoca?
Puede llevar directamente a la pérdida de densidad ósea, lo que puede llevar a sufrir osteoporosis y fracturas. La deficiencia severa de la vitamina D también conduce a otras enfermedades, en los pequeños, puede causar raquitismo, una enfermedad rara que provoca que los huesos se vuelvan blandos y se doblen.
En adultos, la deficiencia severa de la vitamina D conduce a la osteomalacia, que causa huesos débiles, dolor en los huesos y debilidad muscular.
Investigadores estudian el posible vínculo de la vitamina D con diversas condiciones médicas entre las que se incluyen la diabetes, presión arterial alta, cáncer y enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple.
Fuentes de vitamina D
Hay alimentos que comemos y que naturalmente contienen vitamina D. Algunos de ellos son los pescados grasos como el salmón, el atún, el bacalao y la caballa. También podemos encontrarla en el hígado de res, en el queso, la leche, el jugo de naranja, los hongos y la yema de huevo.
Recuerda que la forma más simple, además de gratis, de obtener vitamina D, es salir a tomar el sol.
Con información de MedlinePlus.
LLH