CRIMEN Y SEGURIDAD

Violencia en Ciudad Juárez es terrible, dice Natascha Kampusch

Fue el caso que conmovió al mundo entero. En 1998, una pequeña de 10 años de edad, Natascha Kampusch, fue secuestrada en Austria cuando se dirigía a su escuela y simplemente desapareció.

Toda búsqueda fue infructuosa y la Policía se dio por vencida, dándola por muerta.

Casi 8 años y medio después, o 3,096 días para ser exactos, en el 2006, ocurrió el milagro. Una joven, ya de 18 años, consiguió huir de su secuestrador. Natascha Kampusch reapareció, habiendo sobrevivido la mayoría de ese tiempo, encerrada en este pequeño sótano de sólo 5 metros cuadrados. A veces golpeada, abusada, incluso pasando hambre si su captor decidía que se había “portado mal”. Con una voluntad de hierro, pensó siempre en recuperar su libertad.

En cuanto al hombre, Wolfganf Priklopil, al darse cuenta de que Natascha había huido, cumpliendo su amenaza de jamás ser atrapado con vida, se arrojó frente a un tren, muriendo en el acto. Éstas fueron las últimas imágenes captadas de él.

El caso llamó la atención mundial y ahora Natascha celebra 10 años de libertad. ¿Qué ha sido de su vida?

¿Qué tan difícil ha sido reintegrarse a la sociedad? ¿Cómo ha lidiado con una fama que nunca buscó? ¿Qué proyectos ha realizado y qué busca?

“La niña del sótano” como muchos la llaman, es ahora una mujer de 29 años y nos contó de una manera franca, todo lo que ha tenido que enfrentar.

Primero, rememoró aquella mañana de 1998.

Yo iba por la calle, iba a cruzar una calle y vi a un hombre parado junto a una camioneta. Luego él me agarró… mi cumpleaños es el 17 de febrero y él me secuestró un dos de mayo”, recuerda Natascha Kampusch.

  • Cuando piensas en este hombre, qué sientes, ¿enojo, odio?

Quizá, a veces, lástima. No pienso en esa persona. Todo está olvidado, ya pasó. No es necesario para mí pensar en él, lo importante es pensar en el futuro”, añade Natascha.

Es interesante que Natascha no se refiere a Priklopil por su nombre, es sólo “esta persona” algo trabajado en años de terapia.

En lo que a muchos les parece increíble, Natascha recibió como parte de una compensación, la casa del secuestrador, que mantiene hasta el día de hoy, aunque no vive ahí.

Para ella es una manera de tener ahora el control que no tuvo por 3,096 días. Y para evitar que el lugar se convierta en un sitio de peregrinaje para aquéllos, y no son pocos, que consideran a Priklopil una víctima.

No sé qué pasará con esta casa, es mía y la conservaré mientras así lo quiera, pero es una carga”, agrega Natascha.

El primer libro de Natascha, titulado “3,096 días” fue un éxito. E incluso se hizo una película con el mismo nombre, aunque ella considera que no reflejó correctamente muchos detalles.

Ahora, ha publicado el segundo libro, titulado “10 años de libertad”. Aquí cuenta lo difícil que ha sido salir adelante. Los medios no lo han hecho sencillo, imaginando incluso que a los 10 años, ella había planeado todo.

“Se dijeron muchas mentiras. Eso fue horrible para mí, para mis papás y para mi familia. Porque se hicieron muchas teorías de conspiración”, añade Natascha Kampusch.

Por años, Natascha ha trabajado en su estabilidad emocional y acepta que no es sencillo, disfruta la meditación, pero, sobre todo, andar a caballo.

Muchos la acusan de hacerse millonaria con su historia. Pero niega rotundamente que éste sea el caso. Incluso tuvo un acosador en Australia.

Muchos pensarán que Natascha es rica.

¡Sí, sí! Tuve un acosador en Australia que fue lo que pensó y por eso me acosaba. Pero, desafortunadamente, no soy rica. De otra manera, yo donaría mucho para la gente que necesita más ayuda que yo”, enfatiza.

Natascha no sólo habla de donar sus ganancias, realmente lo lleva a cabo.

En el 2011, en Bulathsinghala, una de las zonas más necesitadas de Sri Lanka, se terminó de construir un hospital que lleva su nombre y que beneficia hasta 50 mil personas anualmente.

“Hay un lugar llamado Bulathsinghala en Sri Lanka, donde construyeron una guardería llamada Natascha Kampusch. Ahí las mujeres pueden ir a dar a luz, recibir tratamiento, lo que sea”, dice.

Natascha dedica su libro a todos los que sufren de violencia y no reciben apoyo. Y quiere en un futuro ir a México, a Chihuahua, y ver en qué puede ayudar.

Ciudad Juárez he oído de los casos de secuestro y violencia, es terrible. Necesitan ayuda. Es difícil de explicar las crueldades que puede cometer la gente”, comenta.

Con todo, Natascha tiene también una enorme capacidad de sonreír, de bromear. Éstos han sido sus 10 años de libertad, y ¿qué hay más allá?

¿Cómo te ves en diez y veinte años?

“Quizá con buena salud, con buena salud mental, con muchos proyectos de caridad y con muchos libros. Quizá con mi propia familia, viviendo en mi propia casa”, dice Natascha.

El sótano donde Natascha pasó toda su adolescencia ya no existe. Ha sido rellenado con cemento. Ese pensamiento le ayuda, también, a sepultar todo ese dolor y recuerdos.

 

Con información de Horacio Rocha, corresponsal de Noticieros Televisa.

 

AAE