En Morelos, los trabajadores sociales del Hospital Doctor José G. Parres de Cuernavaca enlazan videollamadas de pacientes COVID con familiares.
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Con sus propios teléfonos, los trabajadores sociales enlazan videollamadas para que hijos, padres y hermanos, puedan ver la evolución de su paciente con COVID.
“Cuando hay pocos pacientes si les dejamos que se tarden el tiempo que ellos necesiten hablar, hasta 10, 15 minutos, cuando tenemos cupo lleno, les damos 5 minutos nada más” afirmó Lilia Arellano, jefa de trabajo social del hospital en Cuernavaca, Morelos.
Estas videollamadas alivian la incertidumbre de pacientes y sus familias.
“Te sientes bien, qué bueno. Todos estamos aquí esperando, ya mami, ya tenemos todo lo que nos pidieron, sí mamita. Calma por favor mami”, se escucha en una llamada.
En ese hospital de Cuernavaca se ha detectado que 8 de cada 10 pacientes COVID piden hablar vía telefónica o videollamada con un sacerdote.
“Ellos quieren sentir su paz emocional. El sacerdote les echa la bendición, platica con ellos, lloran con él, es algo muy espiritual para ellos”, explicó Lilia.
Aseguran que las llamadas realizadas con pacientes intubados en el área de terapia intensiva, les ha traído beneficios en su recuperación.
“Lo que hacemos es ponernos el teléfono al oído, le hablan a su paciente. Se ha notado bastante los médicos lo ven, empieza a saturar, a subir saturación, muchas veces han salido los pacientes de ahí y nos han dicho yo la escuchaba, lejos pero la escuchaba, vale mucho la pena esto”, concluyó Lilia.
Con información de Elizabeth Mávil
KAH
