Después de salir se Tonga, pasar por Nueva Zelanda y de ahí a Dubái, donde esperaron un día, y después Barcelona, los biólogos mexicanos Leslie Elisa y David Olaf llegaron finalmente a la Ciudad de México la tarde del viernes 28 de enero de 2022.
Te recomendamos: Sismo de magnitud 6.2 sacude las aguas de Tonga, en el Pacífico Sur
Su vuelo aterrizó a las 16:02 horas, mientras que sus familiares ya esperaban con una pancarta de bienvenida y una bandera de México.
“Después de todo lo que pasó, que ya pueda estar aquí en casa, es bueno”, declaró Diana Santillán, hermana menor de David
“Fue muy duro, fueron unos días muy difíciles, una situación muy dramática para nosotros, muy crítica, pero afortunadamente ya está con bien, ya está de regreso. Estamos muy agradecidos”, señaló Amelia Nava, hermana mayor de Elisa
Al salir fueron recibidos con aplausos, abrazos y lágrimas de sus familiares.
Elisa y Olaf, quienes llevaban 2 años 6 meses en Tonga, trabajando en la reproducción de la barrera de arrecifes de coral, contaron la experiencia que vivieron con las fuertes explosiones del volcán que cubrieron las islas cercanas con cenizas y provocaron olas de tsunami.
“Empezamos a temblar, a agarrar pasaportes. Estaba temblando, se escuchaba el crujido de la tierra, las explosiones. Sí sabíamos qué estaba pasando, pero no sabíamos la magnitud de lo que estaba. No solo temimos por nuestra vida, sino por la de toda la gente en Tonga”, se sinceró la bióloga Elisa Nava.
“El cambio de presión fue bastante inminente, lo sentimos en los oídos. Segundos después vino la primera explosión, no teníamos idea de lo que estaba sucediendo en ese momento, pero era muy impresionante. Lla segunda explosión ya nos hizo entender que era el volcán. Nos tuvimos que movilizar con un vecino en su auto para resguardarnos en la zona más alta de la isla. que es el aeropuerto”, comentó el biólogo David Olaf Santillán.
Elisa y David se libraron del volcán, pero ahora se enfrentan a otra realidad, el covid-19, ya que en Tonga no hay casos.
“En cuanto Tonga dijo hay pandemia,cerraron sus fronteras. Lo han sabido manejar increíblemente”, compartió Elisa, quien reconoció no estar acostumbrada a las medidas sanitarias.
“Mi impresión comenzó desde que llegamos a Nueva Zelanda. En Tonga, al no haber nada de virus, nosotros jamás habíamos utilizado máscaras o distancias. La situación es completamente diferente, ya las orejas no las soporto”, narró David.
A su arribo agradecieron el apoyo a las autoridades mexicanas en Nueva Zelanda.
Con información de Adriana Valasi
HVI
