ECONOMíA

Vendedores ambulantes buscan marchas para incrementar sus ingresos

Sergio y su padre, Juan José, estuvieron en la marcha de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en la Ciudad de México, por el Día del Maestro.

No son integrantes de la CNTE, tampoco protestaban contra la Reforma Educativa. Viven de las movilizaciones; son vendedores de frituras. Los llamados “paperos”.

Un día antes de la marcha, compran producto suficiente para vender 100 bolsas de papas.

En su triciclo almacenan bolsas de papas, chicharrones, salsa y limones, para estar constantemente rellenando la canasta donde las muestran.

Es un oficio que José aprendió hace más de 60 años y enseñó a su hijo, hace más de 30.

El negocio “no es de llegar y luego, luego acabar. Tenemos que estar buscando”, comentó Juan José Castillo.

Juan José y si hijo compran sus materias primas al mayoreo en la Central de Abasto, para tener más ganancias.

Con la venta de las papas, sacan adelante a su familia.

Diario revisan internet para saber qué marchas habrá y cuál será su ruta, en la Ciudad de México.

Desde Iztapalapa, llegaron puntuales este martes a la marcha de la CNTE para vender sobre su triciclo, a 20 pesos la bolsa de papas o chicharrones.

Las ganancias no las calculan, “en realidad no sabemos cuánto, porque como podemos vender, no vender. Hay veces que no vendemos nada… Viene uno a arriesgarse”, apuntó

Ambos se cuidan y van rápido, entre la gente, para no encontrarse con policías e inspectores, y así evitar ser remitidos.

No tienen lugar fijo de trabajo, en el contingente. Se mueven a lo largo de la columna de manifestantes.

No podemos trabajar, ya no hay ni permisos… Cada quien viene por su cuenta”, destacó Sergio quien dijo que la multa, si los llegan a detener, oscila entre los mil 500 y dos mil pesos.

Al igual que ellos, más de 100 comerciantes aprovecharon la marcha por el Día del Maestro para vender sombreros, sombrillas, cigarros, refrescos, abanicos, plumas, pilas de emergencia y hasta juguetes.

Carolina vende churros azucarados, es cabeza de familia y ve en la marcha una oportunidad para duplicar la venta del día.

Carolina reveló que en internet consultan dónde va haber marcha, para poder vender sus churros.

En un día normal, Carolina vende entre 20 y 30 bolsas de churros. Durante una marcha, llega a vender hasta 50 bolsas.

Así, los manifestantes caminan, gritan, se asolean y los vendedores ambulantes aprovechan para intentar tener un buen día de venta.

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Con información de Elizabeth Mávil.

 

RMT