CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

Vecinos de Juchitán, Oaxaca, se organizan para evitar rapiña tras sismo

Una semana después del sismo, cientos de personas continúan viviendo en las calles de Juchitán, frente a las montañas de escombros. No hay a dónde ir.

Habitantes de las nueve secciones en las que se divide la cuarta ciudad más poblada de Oaxaca han aprendido a organizarse.

Todas las noches instalan barricadas en los cruces de las calles. Bloquean el paso de automóviles para poder poner las camas al aire libre.

“Eso nos garantiza un poquito de que no haya gente extraña durante la noche”, dijo Alberto Ortega Jiménez, habitante de Juchitán.

“En las esquinas, cada quien tiene un silbato, cuando pasa algún desconocido le ponemos y todos nos paramos”, comentó Nilson Guerra Vera, habitante de Juchitán.

Alberto y Nilson son dos de los más de 30 hombres que cuidan parte de la calle Insurgentes que, desde antes del sismo, ya era una de las más inseguras de Juchitán.

Vecinos de Juchitán se organizan contra la rapiña. (Twitter @CarlosLoret – Sandra Perdomo)

“Cuidándonos con herramientas como machetes, piedras, palos o lo que nosotros encontramos”, dijo Guerra Vera.

“Le pedimos a los compañeros hacer relevos cada tres o cuatro horas”, afirmó Ortega Jiménez.

Mientras ellos se organizan, ellas se encargan de la cena. Preparan lo que se puede, donde se puede.

Vecinos de Juchitán se organizan contra la rapiña. (Twitter @CarlosLoret)

Esta familia hoy tuvo suerte: unos vecinos les repartieron comida recién hecha. Será cuestión de repartirla.

Nada se desperdicia. Los platos desechables se vuelven a utilizar.

Aquí toda la noche están alerta. El paso de un automóvil o de personas no conocidas moviliza a toda la cuadra. Hay temor de que hombres armados intenten robar lo que les queda.

De ahí que agradezcan la entrada de fuerzas federales y los contados rondines de policías del municipio.

En camas improvisadas duermen al menos cinco familias, de lo que quedó de sus casas rescataron ladrillos y tablas. Son más niños que adultos.

Vecinos de Juchitán se organizan contra la rapiña. (Twitter @CarlosLoret – Sandra Perdomo)

“Todos los vecinos estamos agrupados en este pequeño campamento que improvisamos. Nos la estamos viendo dura”, enfatizó Manuel Morgan Hernández.

Les asustan las réplicas que, aunque son cada vez más esporádicas, les recuerdan lo que vivieron hace una semana. Los ladridos de los perros y los truenos anunciando lluvia los hacen estar inquietos.

Todo es incertidumbre.

Para atender enfermos en una especie de farmacia improvisada no hay horario. Magdalena Roldán es médico, vive en esta cuadra y ayuda a sus vecinos.

Ella da consulta y receta los medicamentos que una organización se ha encargado de juntar.  Le preocupan los efectos de que la gente haga su vida al aire libre.

Vecinos de Juchitán se organizan contra la rapiña. (Twitter @CarlosLoret)

“Yo creo que algo que debemos de reconocer es que la crisis apenas empieza. Al estar en condiciones que no son tan saludables, en un futuro se van a presentar infecciones diarreicas, infecciones respiratorias”, advirtió la médico Magdalena Guadalupe Roldán.

En otro punto de Juchitán, vecinos ya han relevado al menos dos veces las guardias.

Aquí han comenzado a rescatar muebles. La calle es una extensión de sus casas, por eso no se van a los albergues, no quieren perder lo poco que les queda.

Vecinos de Juchitán se organizan contra la rapiña. (Twitter @CarlosLoret)

Minerva Sánchez apenas duerme un par de horas seguidas. Tiene 65 años y con mucha tristeza enseña lo que quedó de su casa. Ahora vive junto a los escombros.

“Se desbarató y ya no tengo, estoy en la calle. Lloro porque no tengo nada. Muy difícil para conseguir la comida. La ropa tenía dos blusas, una falda, la falda desde hace 7 días ni se ha lavado”, narró Minerva.

Sus vecinos de enfrente la ayudan. Lograron rescatar su cama. Minerva agradece que nunca le quitó la envoltura de plástico al colchón, ahora parece nuevo. Usa el baño de sus vecinos, así la mayoría.

Los encargados de vigilar no se alejan de sus esquinas. Se mantienen despiertos especulando sobre lo que ocurrirá con Juchitán y el tiempo que tardarán en levantarse. Hablan sobre las festividades de los pueblos, los próximos cumpleaños, los planes inconclusos, las cosas que perdieron.

Vecinos de Juchitán se organizan contra la rapiña. (Twitter @CarlosLoret)

Siempre rematan agradeciendo lo que consideran una segunda oportunidad.

Así vuelve a amanecer.

“Hasta las seis de la mañana, ahorita ya falta poco para que se despierten y hagan sus quehaceres”, concluye un damnificado.

Esto apenas comienza.

 

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Con información de Ana Lucía Hernández

KAH