En la Ciudad de México, a cinco meses de que las autoridades se comprometieron a retirar miles de tanques vacíos que fueron depositados en la exrefinería 18 de Marzo, entre las alcaldías Miguel Hidalgo y Azcapotzalco, esto no ha ocurrido y los vecinos siguen sufriendo de las consecuencias y por los fuertes olores que se desprenden.
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“El olor a gas es demasiado penetrante, llegamos a pensar a veces hasta nos podemos intoxicar”, dijo Gabriel Chávez, vecina en Miguel Hidalgo.
“A veces ya no comemos porque nos da asco”, señaló Alma Moreno, vecina en Miguel Hidalgo.
A finales de 2021, la empresa gubernamental Gas Bienestar almacenó cilindros vacíos en el predio tras canjearlos por tanques nuevos. Desde entonces, vecinos en colonias aledañas a la exrefinería, como Tacuba y Huichapan, sufren por el constante olor a gas.
“Cuando comemos se llena el ambiente de puro aroma a gas, hasta nos duele la cabeza, se revuelve el estómago, porque sí dura mucho tiempo el aroma y está muy fuerte”, apuntó Alma Moreno, vecina en Miguel Hidalgo.
Desde enero pasado, el Gobierno capitalino informó que los cilindros serían retirados, pero a la fecha continúan en el mismo sitio, aún cuando la alcaldía ya solicitó su remoción al director de Gas Bienestar, Gustavo Álvarez, y al titular de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero.
“En enero le hice llegar una comunicación por escrito, avisándole también a la jefa de Gobierno, tres meses después lo busqué al director de Gas Bienestar y no lo encontré, tuve que hacerle llegar el oficio al director de Pemex para que atendieran ese problema. La jefa de Gobierno ha informado que ya se iniciará el retiro de tanques de gas, sin embargo los vecinos de esas colonias siguen padeciendo el fuerte olor a gas”, expuso Mauricio Tabe, alcalde en Miguel Hidalgo.
Vecinos y autoridades en Miguel Hidalgo aseguran que todos los días varios camiones siguen ingresando a la ex refinería con más cilindros vacíos.
“Dicen que los van retirando poco a poco, pero sí ingresan más tanques de los que retiran al final pues vamos a seguir tendiendo ese cementerio de tanques de gas viejos”, señaló Mauricio Tabe, alcalde en Miguel Hidalgo.
El olor se percibe con fuerza en el residencial Toreo, sobre avenida Ingenieros Militares, en la colonia San Lorenzo Tlaltenango.
“Tomo medidas poniendo jergas o trapos en las ventanas, húmedos para que no ingrese el olor, este pues tratamos de no prender nada porque sí nos da miedo que al prender una veladora, algún difusor o algo pues vaya a hacer una reacción”, dijo Gabriel Chávez, vecina en Miguel Hidalgo.
Los cilindros siguen ahí.
“Es muy peligroso, aquí están las demás pipas entonces no sé si pueda haber una explosión en cadena”, apuntó Erik Torres, vecino en Miguel Hidalgo.
Según la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía, los gases que se producen con la combustión del gas LP no son tóxicos ni cancerígenos, pero las nubes formadas en fugas pueden ser explosivas y asfixiar a quienes se encuentren en espacios cerrados.
“La probabilidad de que pueda haber un accidente y perder la vida pues sí es latente”, dijo Adriana Vargas, vecina en Miguel Hidalgo.
Con información de Monserrat Ortiz y Adrián Martínez.
LLH
