La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó este lunes el Atlas de Vulnerabilidad Urbana ante el coronavirus, COVID-19, con el objetivo de tener una herramienta que ayude a tomar mejores decisiones para el desconfinamiento escalonado, que empezó este día en algunas zonas del país.
Te recomendamos: Pocos municipios en México regresan ‘a la nueva normalidad’ tras luz verde
De acuerdo con Manuel Suárez Lastra, director del Instituto de Geografía de la UNAM, el atlas muestra la distribución territorial de la población expuesta al virus, sus características y los efectos diferenciados que la COVID-19 pueda tener sobre distintos grupos sociales.
El pasado 13 de mayo el Gobierno mexicano presentó el plan de reactivación económica y social hacia la “nueva normalidad”, que contemplaba un programa piloto para centenares de municipios sin contagios, llamados “Municipios de la Esperanza”, y la aplicación a partir del 1 de junio de un semáforo o programa de fases.
El mapa, dijo, pretende cuantificar la posibilidad de riesgos conforme se van restableciendo las actividades normales en las zonas metropolitanas de Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Puebla, las cuales se suspendieron desde que el Gobierno federal decretó la emergencia sanitaria a finales de marzo.
El experto explicó que, si bien todas las personas somos susceptibles a contagiarnos por el coronavirus SARS-CoV-2, existen grupos sociales que lo son aún más, lo cual depende de su edad, la baja accesibilidad a infraestructura a salud, además de la densidad de población que facilita una mayor tasa de contagio.
Es por ello que el estudio considera tres dimensiones de vulnerabilidad: la demográfica, de salud y la socioeconómica.
ZONAS ALEJADAS DEL CENTRO, LAS MÁS VULNERABLES
El estudio, en el que participaron más de 30 especialistas de diferentes instituciones, arrojó que el grado de vulnerabilidad urbana de las 59 zonas metropolitanas de México es mayor en las zonas alejadas del centro.
“La población más vulnerable, es sin duda, la más marginada, tanto por su nivel socioeconómico, como por la localización respecto a los servicios de salud”, acotó Suárez Lastra.
Es por ello, que explicó, es importante contar con una herramienta que permita a las autoridades tomar decisiones para saber hacia dónde van las mismas.
EPIDEMIA ES DINÁMICA Y DEBE MONITOREARSE
Suárez Lastra dijo que para pensar en la posibilidad de reabrir la actividad económica en los denominados “Municipios de la Esperanza” hay que tomar en cuenta que el dinamismo de la epidemia provoca la variación de las cifras en cuestión de horas.
“La epidemia es dinámica y se tiene que monitorear constantemente y cada decisión que se tome tiene que estar sujeta a una evaluación posterior”, argumentó.
Es por ello que el mapa, de acuerdo con el doctor Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud de la UNAM, puede ayudar a los gobiernos estatales y al federal a tener puntos de referencia para calcular riesgos y tomar medidas precautorias pertinentes.
Explicó que si hay un municipio que muestra alta vulnerabilidad, se puede reforzar vigilancia y establecer disposiciones puntuales.
Y resaltó que la idea es administrar el riesgo de la mejor manera “en este escenario donde no se da instrucción uniforme, se les aporta a las autoridades una herramienta para que puedan gestionar esto de mejor manera”, concluyó.
Hasta el momento México suma 49,219 casos y 5,177 decesos por el COVID-19.
Con información de EFE
Rar
