ECONOMíA

Cientos de turistas llegan a Comala, Colima, a pasar fin de año

En este periodo vacacional, el pueblo mágico de Comala, es el segundo destino turístico de mayor afluencia en el estado de Colima, después de Manzanillo.

Se ubica a 20 kilómetros de la capital del estado y entre sus principales atractivos está la zona mágica, un sitio que parece desafiar la gravedad.

Se dice que ocurre un fenómeno de atracción donde los vehículos son jalados por una energía extraña o sobrenatural, otros afirman, que es una ilusión óptica, lo cierto es que, año con año, los turistas que visitan Comala hacen la prueba.

“Sabíamos que aquí había una zona mágica, entonces venimos a comprobar si realmente se podía hacer el efecto en donde la botella o bien el agua tenía que ir en retroceso a como se veía en la marcha”, dijo Keila Daneida, turista.

Decenas de turistas gustan de recorrer la zona volcánica para captar una imagen con el volcán de Fuego de Colima.

“Porque tienes la mejor vista al volcán, la verdad es lo más cercano, siendo seguro”, externó Alberto Fuentes, turista.

En la comunidad de La Becerra, se localiza el Museo Casa de los Monos, un lugar místico construido con piedra volcánica.

“Que van a encontrar, pues todo lo que es piedra, tiene arte, tiene una escultura cada piedra. Tengo hasta en el piso fósiles, que también eso es arte”, señaló Alma Gloria Araiza, fundadora del Museo Casa de los Monos.

Él último destino turístico en Colima se ubica en la comunidad de la Yerbabuena, a sólo 8 kilómetros del cráter del volcán.

“Y sí, acá nos dedicamos al café, al ecoturismo en cierta parte y sí es el último punto, el último lugar al que llegan los tours, los tour-operadores, los turistas”, añadió Ramón Cuéllar, cafeticultor de la comunidad de La Yerbabuena.

En Comala se reporta una ocupación del 100 por ciento en hoteles, hostales y cabañas y un flujo de aproximadamente 5 mil vacacionistas al día.

Zona Mágica

En este lugar ocurre un fenómeno extraño. Si los automóviles son puestos en neutro y se quita el pie del freno, son atraídos por una fuerza que los hace ir “hacia arriba” de la pendiente.

Los autos se mueven atraídos por esta energía, y parece que retroceden solos, yendo en inexplicable reversa “hacia arriba”, a buena velocidad, desafiando por completo las leyes de la gravedad. En la zona existen restaurantes campestres para todos los presupuestos que funcionan principalmente los fines de semana. También se encuentra el temazcal que es una invitación para llenarse de energía espiritual.

Kilómetro  6, carretera Comala – Suchitlán.

Zona libre, se recomienda asistir de 8 a 18 horas.

Con información de Bertha Reynoso y la Secreataría de Turismo de Colima.

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