ECONOMíA

Turismo de Cataluña, afectado por crisis política en España

Mustafá es paquistaní. Desde hace 15 años vive en Barcelona. Los mismos que trabaja en el restaurante ubicado en La Rambla de Barcelona, el lugar más céntrico de la ciudad condal. Mustafá dice que la situación de inestabilidad política ha dado lugar a que los clientes hayan descendido. “Nunca he visto la faena tan baja. Y ni un día. Es el tercer día ya. A veces baja la faena por un día, vale, pero es tercer día ya y no veo a nadie. Está todo vacío”.

Su compañero Emilio coincide al decir que el descenso ha sido notable.

“Ha bajado bastante el turismo. Todo lo que es el trabajo. Si te fijas, Las Ramblas se ve poco”.

Lo mismo le ocurre a Eli. Es copropietario de un pequeño hotel cerca del Palacio del Gobierno catalán.

Nos cuenta que con la supuesta declaración de independencia y la inestabilidad que ha provocado, muchos turistas han cancelado su venida a Barcelona.

“Lo que han bajado han sido las reservas y han bajado de una manera importante, para todos lo que son estos meses que quedan, que ya deberíamos recibir muchísimas más, pero no, no, no lo estamos recibiendo”.

Hasta el pasado mes de mayo 6.7 millones de personas visitaron Barcelona. Un récord histórico. Pero las imágenes de la Policía durante el día del referéndum ilegal hicieron que muchos turistas se lo pensaran.

“Los amigos sí, nos decían que a qué veníamos, que nos íbamos a encontrar un follón, como dicen aquí”, explica Matilde Alarcón, turista mexicana.

Las ventas de souvenirs han caído en algunos casos hasta el 50 por ciento. Habasi, trabajador en un negocio de souvenirs, dice que venden menos que antes, casi 50 por ciento menos.

Pero parece que, desde el Palau, desde el Palacio de la Generalitat, tanto el presidente catalán, Carles Puigdemont, como sus consejeros, parece que no escuchan. No solamente el problema que tiene el turismo, sino también otras consecuencias que está teniendo en la economía catalana.

Desde que algunas entidades financieras catalanas de relevancia decidieron trasladar su razón social a otros puntos de España por temor a la incertidumbre jurídica, son muchos los que han ido sacando sus ahorros. El dinero es conservador y la situación no es óptima en estos momentos.

Con información de Alberto Peláez, enviado especial

MLV