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“No habrá discusión sobre eso hoy en ningún momento y no se tomará ninguna acción en ese frente en ningún momento hoy”, dijo a la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, poco antes de que el Air Force One aterrizara en la tarde (local) en Arizona.
Después de que Trump sugiriera hace pocos días que podría perdonar a Arpaio, uno de los claros apoyos que tuvo en su campaña electoral, se había especulado con que anunciara hoy la medida en Phoenix.
Las palabras de la portavoz Sanders descartaron ese perdón para este martes, pero no dijo nada sobre un futuro.
Arpaio, de 85 años, fue sheriff del condado de Maricopa desde 1992 hasta que el 8 de noviembre perdió la que creía que iba a ser la sexta reelección. Los hispanos, la comunidad que tuvo en su punto de mira, se movilizaron en las urnas y dieron el cargo al candidato demócrata, Paul Penzone.
Sus redadas para detener a inmigrantes latinos sin papeles fueron constantes. Él y su equipo detenían a la gente por sus rasgos latinos para ver si estaban ilegalmente en el país.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos elevaron su voz por meterlos en carpas de los tiempos de la guerra de Corea en un complejo que recibió el nombre de “Tent city” y en el que las temperaturas se acercaban a los 40 grados durante el verano.
Además, Arpaio separó a familias durante el encarcelamiento, enviando a sus miembros a lugares distintos. Y obligaba a los internos a llevar ropa interior rosada.
FJMM