“Una capacidad de liderazgo tan pobre por parte de la alcadesa de San Juan y otros en Puerto Rico, que no logran que sus trabajadores ayuden”, cargó Trump en su cuenta de Twitter, pocos días antes de su anunciado viaje a la isla caribeña el martes 3 de octubre.
…Such poor leadership ability by the Mayor of San Juan, and others in Puerto Rico, who are not able to get their workers to help. They….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 30, 2017
El mandatario lamentó que las autoridades puertorriqueñas “quieren que se les haga todo cuando debería ser un esfuerzo de la comunidad”, a la vez que destacó “el fantástico trabajo de los 10,000 empleados federales actualmente en la isla”.
…want everything to be done for them when it should be a community effort. 10,000 Federal workers now on Island doing a fantastic job.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 30, 2017
Dijo que el huracán “destruyó totalmente” Puerto Rico y que “los militares y rescatistas, a pesar de falta de electricidad, caminos, teléfonos, etc., han realizado un trabajo fantástico”.
The military and first responders, despite no electric, roads, phones etc., have done an amazing job. Puerto Rico was totally destroyed.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 30, 2017
Trump, que pasará el fin de semana en su club de golf de Bedminster (Nueva Jersey), tiene previsto hoy hablar por teléfono con el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, y el director de la Agencia Federal de Gestión de Desastres (FEMA), Brock Long.
Sus declaraciones se producen después de que la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, criticase anoche duramente las palabras de la secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke, quien destacó el jueves la buena reacción de las autoridades federales y calificó lo sucedido como “una historia de buenas noticias”.
“No es una buena historia cuando la gente está muriendo, pasando hambre, sed, cuando la gente no puede volver a trabajar. No sé quién en su sano juicio puede decir que es una buena historia para contar”, subrayó Yulín Cruz.
Impresionados por esos ciclones, congresistas en Estados Unidos han acusado a Trump en los últimos días de no dar la suficiente importancia a la situación y haber actuado con lentitud en Puerto Rico, donde la infraestructura eléctrica ha quedado totalmente destrozada y hay graves problemas de acceso a comida, combustible y agua.
María, que se sumó al paso previo de otro potente huracán, Irma, días atrás, tumbó el sistema eléctrico de la isla, donde solo un 4 por ciento tiene actualmente electricidad, y las torres de telecomunicaciones, de las que solo funcionan un 9 por ciento.
En concreto, Trump decidió cancelar temporalmente la aplicación de una ley conocida como “Jones Act”, que determina que solo los barcos estadounidenses con tripulación de Estados Unidos pueden transportar productos entre los puertos marítimos del país.
RAMG