El primer ministro Justin Trudeau afirmó este miércoles que Canadá no cambiará su sistema migratorio para hacer frente a la oleada de solicitantes de refugio que en los últimos meses está llegando de forma ilegal al país procedentes de Estados Unidos.
El acuerdo impide que una persona que esté en uno de los dos países solicite refugio en el otro. Pero el acuerdo no se aplica en Canadá si el solicitante entra de forma ilegal en el país.
Por ello, miles de personas están cruzando la frontera entre los dos países de forma ilegal desde principios de año.
Los recién llegados son arrestados por la Policía canadiense e inmediatamente después solicitan refugio en Canadá.
Trudeau también rechazó que sea responsable del aluvión de refugiados un tuit que envío en enero de este año en respuesta a la amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, a bloquear la entrada en Estados Unidos de ciudadanos de países musulmanes, y en el que afirmó que Canadá está abierto a recibir refugiados.
Poco antes de su conferencia de prensa, una diputada del opositor Partido Conservador, Michelle Rempel, acusó a Trudeau de alentar la llegada ilegal de solicitantes de refugio con su tuit de enero al “dar falsas esperanzas a la gente que estaba cruzando las fronteras”.
“Canadá es un sociedad abierta y acogedora porque tenemos confianza en nuestro sistema (migratorio)”, afirmó hoy Trudeau, al añadir que también es “un país de leyes” y quienes cruzan ilegalmente la frontera con Estados Unidos “no tendrán ventajas” a la hora de solicitar asilo.
“No hay ningún beneficio por entrar ilegalmente en Canadá”, explicó Trudeau, quien agregó que “la valoración de cada caso está basada en reglas bien establecidas”.
Trudeau insistió en que “la seguridad de los canadienses está completamente asegurada”.
“Seguimos abiertos a recibir inmigración porque podemos confiar en el sistema de procesamiento de refugiados”, insistió.
En las últimas semanas, hasta 300 personas han atravesado de forma diaria e ilegalmente la frontera con Estados Unidos para solicitar refugio.
Solo del 1 al 15 de agosto, 3 mil 800 personas entraron ilegalmente en la provincia de Quebec para solicitar asilo. En julio, la cifra había sido de unas 3 mil personas.
La mayoría de las personas que llegan de forma ilegal son haitianos que temen que serán expulsados de Estados Unidos en enero de 2018, cuando Trump cancele el permiso especial de residencia concedido a unos 60 mil haitianos tras el terremoto que asoló Haití en 2010.
En los últimos días, el gobierno canadiense ha reforzado el mensaje en la comunidad haitiana de Estados Unidos de que las informaciones que circulan sobre que Canadá aceptará como refugiados a las personas amenazadas de expulsión por Washington son falsas.
FJMM