Jesús, Armando y Alfredo se dedican a trabajar en la construcción, uno es herrero, otro hace pintura y aplanado y el otro es colocado de tabla roca.
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“¿Cómo salieron? como fuera, correr correr, salimos como pudimos nos dieron “raíte” camionetas, en tren, en lo que fuera”, dijo Jesús Jerónimo Pérez, evacuado de Ucrania.
“Primero no se escuchó mucho por lo de las sirenas se oyen muy fuertes, se paniquea uno muy feo, namás nos dicen vámonos porque está muy fuerte nos jaló y cuando íbamos ya saliendo se ve toda la gente como corría. ¿Hacia dónde corrieron? hacia la frontera de este lado de Hungría, el señor nos acompañó en un carro ya no sacó. Salimos de volada”, agregó Armando Martínez, evacuado de Ucrania.
Aceptaron un contrato para trabajar en Hungría y después en Ucrania y estaban justamente en Kiev cuando iniciaron las operaciones militares de Rusia sobre este país.
“Un amigo nos invitó porque ya ve que estaba lo del COVID en México y se bajó el trabajo en Mexico y acá hay un señor que quiere gente mexicana para trabajar y sí nos iban a dar un buen sueldo y eso, la realidad no fue así nos bajaron el sueldo”, refirió Armando Martínez, evacuado de Ucrania.
“Íbamos or el tiempo que fuera necesario, Pero no fue así las cosas y hubo que salir del país”, destacó Jesús.
Viven en Ecatepec, Tlalnepantla y la Gustavo A Madero y tuvieron una experiencia distinta a su actividad diaria.
“Es un pánico que te contagia toda la gente se pone en pánico”, narró Alfredo, repatriado de Ucrania:
“Tronó y una explosión. Estábamos trabajando. De hecho, traigo mis tenis rotos, ya no me dio tiempo nomás agarré y avente la bolsa, agarre la mochila. Todos corrimos pues el señor dijo corran corran hay explosiones”, describió Jesús.
Entrevistados durante el vuelo de la Fuerza Aérea Mexicana que trajo abordo a 57 personas méxico-ucranianas, entre ellos 15 niños y niñas, además de 3 perros y 3 gatos, los trabajadores de la construcción señalaron que continuarán trabajando donde les ofrezcan buenos honorarios y les cumplan con el pago.
“No nos dio tiempo de hacer muchas cosas, de hecho no nos pagaron, se quedó el dinero”, agregó Jesús.
Los tres mexicanos, ya fuera de peligro dijeron estar muy agradecidos con las personas que les ayudaron a salir de Ucrania, los albergaron, alimentaron y apoyaron para llegar a Bucarest.
Después de 18 horas y media de vuelo de Bucarest a la CDMX las autoridades celebraron su llegada a la Ciudad de México.
“Llegaron 62 personas evacuadas 57 por el gobierno de México y cinco por el gobierno de Perú. El vuelo fue largo duró 18 horas y no tuvimos contra tiempo alguno”, concluyó Daniel Millán, jefe de la oficina del secretario de Relaciones Exteriores.
Al descender del Boing 737/800 Jesus, Armando y Alfredo fueron recibidos por la Sedena, Migración y Relaciones Exteriores para realizar sus trámites.
Posteriormente llamaron a sus familiares para avisar que ya estaban en Ciudad de México sanos y salvos.
Con información de Adriana Valasis
KAH
