Su imputación, según indicaron fuentes judiciales, está relacionada con la entrega del kaláshnikov con el que Karim Cheurfi mató a ese agente e hirió a otros dos, antes de ser abatido por las fuerzas del orden.
El pasado 20 de mayo fue imputado otro sospechoso, un joven de 23 años, también dentro de las pesquisas sobre la procedencia de esa arma.
Cheurfi, de 39 años de edad, no estaba fichado por los servicios secretos franceses, pero había pasado largas temporadas en prisión por agresiones a policías.