POR EL PLANETA

Travesía por Perú: Recorrido por Cuzco, Machu Picchu y la Amazonia

Existe un rincón en la tierra que se viste de colores, de luminosas cordilleras, donde habita el silencio de Los Andes mientras el cóndor nace y muere en las quebradas. Sierra encantada por el agua que brota de sus acantilados. Bosque impenetrable donde nacen todos los verdes del mundo, que iluminan la sombra del jaguar. Amazonía, patria de agua, de selva inundada, donde se esconde el delfín rosado.

El equipo de ‘Por el Planeta’ recorre la tierra ancestral de “los hijos del sol”. Lo llevaremos hasta la región de Cuzco, donde se cuentan las lunas que pasan y las flores que mueren. Es el valle sagrado de los Incas. Donde se esconden los vestigios de Tahuantinsuyo, el imperio del sol.

En la Cordillera de Vilcabamba, en dirección este-oeste, donde nace y muere el sol, se levantó la ciudad sagrada de la “Montaña Vieja”: Machu Picchu, el último refugio de los incas.

Seguiremos el camino al nevado de Ausangate, que hilvana sus colores. Justo ahí, donde las nubes se rinden, se levanta Vinicunca.

Estaremos en la Reserva Nacional de Tambopata, en el sureste del Perú, donde le mostraremos la llamada “Collpa Colorado”, uno de los mayores sitios de congregación de diferentes especies de loros, en donde en un buen día se pueden avistar cientos de loros de diferentes especies como los guacamayos.

Seguiremos la ruta de Cocachimba, al norte del Perú, hasta llegar a la cascada de Gocta, conocida como “La Chorrera”, un verdadero capricho de la naturaleza.

Desde el puerto de Iquitos navegaremos por los ríos Marañón y Ucayali, principales afluentes del río Amazonas, la cuenca más grande del mundo. Hasta alcanzar la Reserva Nacional de Pacaya Samiria, conocida como “la selva de los espejos”, uno de los lugares más sorprendentes de Sudamérica por su biodiversidad. Con una flora de más de mil especies, 102 especies de mamíferos, 127 especies de reptiles y anfibios, 225 especies de peces y más de 440 especies de aves que, por momentos, cuando alzan el vuelo pareciera una especie de danza que cubre el cielo amazónico.

Este es un viaje por “Los Colores de la Tierra”.

Con información de Alberto Tinoco Guadarrama

MLV