SALUD

Trastornos de sueño y alimenticios, estrés o tristeza son efectos de la pandemia en estudiantes

Según el Banco Mundial, la pandemia impactó a la educación con la interrupción del aprendizaje, el aumento de la inequidad y la reducción del apego a la escuela, además del deterioro de la salud mental de los estudiantes y el aumento de su vulnerabilidad

  • Algunos, durante el confinamiento se refugiaron jugando video juegos

La pandemia de COVID-19 y el distanciamiento social han hecho que estudiantes de todos los niveles lleguen a presentar trastornos de sueño y alimenticios. Algunos más presentan estrés o tristeza.

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“Era muy buena socializando, empecé a dejar de comer y eso afectó que bajara bastante de peso, me dormía literal en las clases o siempre tenía sueño”, dijo Darian Sandoaval, estudiante de secundaria.

Así como Darian, y su hermano Diego, otros estudiantes de secundaria, preparatoria, e incluso universidad, también enfrentan trastornos de sueño y alimenticios.

“Desarrollé insomnio y con la parte de la escuela, trastornos alimenticios, dejé de comer, al punto de qué me desmayé un día y hasta el hospital fui a dar”, agregó Sofía Pérez, estudiante de preparatoria.

“Me he puesto mal, muchas veces, por lo mismo de que no tengo convivencia con otras personas, dejé de hacer muchas cosas que me gustaban, ya no dibujo, ya no salgo, la verdad es que me pegó demasiado. He llorado bastantes veces”, dijo Gerardo Fernández Lira, estudiante de CCH.

“Me distancié de todo, de mi familia, de mis amigos, ansiedad me dio, sí, pero más que ansiedad era depresión, yo me refugiaba viendo YouTube y jugando video juegos”, refirió María Fernanda Magaña, estudiante universitaria.

Según el Banco Mundial, la pandemia impactó a la educación con la interrupción del aprendizaje, el aumento de la inequidad y la reducción del apego a la escuela, además del deterioro de la salud mental de los estudiantes y el aumento de su vulnerabilidad.

La doctora Feggy Ostrosky, directora del laboratorio de neuropsicología de la Facultad de Psicología de la UNAM, asegura que durante la secundaria y preparatoria, los jóvenes construyen los cimientos de su personalidad.

Crean su propia identidad y elaboran un proyecto vital, es cuando, tengo que escoger, que voy a hacer con mi vida. Entonces es un periodo muy importante, 71% reporta depresión y que han tenido reducción en la calidad de su sueño.

Sin embargo, los problemas de salud mental e incluso físicos no son el único problema, también los económicos.

“Ya no podía seguir estudiando en ese momento de la pandemia por cuestiones económicas, más que nada”, agregó María Fernanda Magaña.

Esto también causa estragos en la salud de los jóvenes.

“Exceso de preocupación, miedo, en algunos casos, ha habido reportes más elevados de tristeza y depresión, dificultades con temas de drogas”, agregó Angélica Juárez, académica de la Facultad de Psicología, UNAM.

“Tres de cada 10 chicos, más o menos en ese porcentaje, si empezaron a tener problemas graves de ansiedad, depresión y nos lo manifestaban incluso, alumnos desatacados, con calificaciones arriba de 9, de repente no entregaban trabajos, no se conectaban a la clase, o entregaban trabajos deficientes”., refirió Cuauhtémoc Miranda, profesor universitario.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos asegura que las universidades tendrán que reinventar los entornos del aprendizaje.

Con información de Susana López y Francisco Santa Anna

KAH