Un domingo 9 de julio de 1942, en la Capilla de la Hacienda de Malpaís en el municipio de Emiliano Zapata, Hidalgo, Felipe Rivas y Engracia García unieron sus vidas para siempre.
Después de 75 años, don Felipe, engalanado con su traje azul marino y Engracia, con su corona de flores, renovaron sus votos al celebrar sus bodas de Diamante.
Engracia García, esposa de Felipe “A gusto con toda la gente que vino a acompañarnos desde la iglesia”, dijo la señora Engracia, esposa de Felipe.
En la hacienda de Malpaís, entre mariachis y cohetones, se recordó ese emotivo momento.
Después de la misa, familiares y amigos organizaron el festejo.
“Le estamos calculando unas 700 personas, igual y me quedó corta, como eran hacendados, ahí se conocieron”, relató Graciela Rivas, hija de don Felipe y Engracia.
“Para nosotros es un acontecimiento maravilloso, el nacimiento de la familia, fueron nuestros maestros, son nuestros maestros y esto nos sirve a nosotros como ejemplo para nuestros hijos”, dijo Rene Rivas, hijo de don Felipe y Engracia.
Engracia y Felipe tuvieron nueve hijos, 31 nietos, 44 bisnietos y cinco tataranietos.
Después de 75 años, el amor entre ellos sigue más vivo que nunca.
“La quiero mucho y la voy a seguir respetando”, dijo don Felipe, esposo de Engracia.
Para el festejo en el salón ejidal de la comunidad de San José, en Emiliano Zapata, se sirvieron 20 borregos en barbacoa, carnitas, 15 kilos de mole y 20 kilos de arroz.
Con información de Bertha Alfaro
LHE
