CRIMEN Y SEGURIDAD

Transporte público en Tecámac: Usuarios y choferes no denuncian robos y extorsiones por miedo

En Tecámac, en el Estado de México, los usuarios del transporte público y los choferes no ocultan el miedo.

Prefieren no hablar, temen las represalias de los grupos de extorsionadores que en los últimos días quemaron una combi y lanzaron una granada en contra de otra.

-¿Le ha tocado que la asalten?

“Muchas veces”, respondió Hilda Rojas, usuaria de transporte público.

-¿Cuántas veces? y ¿en cuánto tiempo?

“Unas 10 veces”, dijo.

-“En cuánto tiempo?

“En el año”, reveló.

“Es un tema bien delicado. Hasta me tiembla la mano. Es un tema que vivimos a diario, todas las empresas, no nada más nosotros”, aseguró un dueño de camionetas de transporte público en Tecámacac.

En casi todos los robos no hay denuncias y cuando algún delincuente es detenido, en poco tiempo queda libre.

-¿Vas al Ministerio Público?

“No, pues no”, dijo Dayana Jiménez.

“El problema no ha sido fácil, nos falta denuncia. Si estamos haciendo las labores, sé que nos hace falta y quedamos a deberle a la ciudadanía, pero estamos trabajando día a día”, aseguró Luis Manuel Fuertes Hidalgo, subdirector de la Policía de Proximidad de Tecámac, Estado de México.

En un recorrido en diferentes rutas de Tecámac, usuarios y choferes reportan constantes asaltos, además del cobro de derecho de piso a los choferes. Aseguran que cada vez son más violentos.

“Me tocó ver cómo golpeaban a una chica como de unos 13, 14 años, por que echó el celular atas del sillón y se dieron cuenta”, señaló Pablo Aguilar, usuario del transporte público en Tecámac.

“Te platican que, por ejemplo, subirse a robar lo hacen tres veces al día, porque eso les da suficiente para ganarse entre mil y mil 500 pesos y con eso sacaron su día. Les dan 100 pesos por teléfono robado. Nos han dicho que los venden muchos en la Ciudad de México en particular nos dicen que en la zona de Meave”, dijo Luis Manuel Fuertes Hidalgo, subdirector de la Policía de Proximidad en Tecámac.

Por este panorama, usuarios toman previsiones ante los asaltos.

“La cantidad mínima que pueda ocupar para pagar pasajes y comida y traigo un celular chafita que cuando lo ven, me lo regresan, me lo avientan”, señaló Pablo Aguilar, usuario del transporte público.

Con información de Francisco Santa Anna.

LLH