CRIMEN Y SEGURIDAD

Allison Mack, de “Smallville”, culpable de tráfico sexual

Allison Mack, actriz de la serie de televisión “Smallville”, se declaró culpable de crimen organizado en el caso de una agrupación cuyos dirigentes están acusados de tráfico sexual.

Mack admitió la culpabilidad de dos cargos de crimen organizado y de conspiración para crimen organizado, pero aún tienen pendientes otros relacionados con tráfico sexual, usurpación de identidad y blanqueo de dinero.

“He llegado a la conclusión de que debo asumir toda la responsabilidad sobre mi conducta y es por eso que me declaro culpable”, dijo la actriz, citada por el medio Hollywoodlife.

Mack también pidió perdón a su familia y a todas aquellas personas que hirió por su “adherencia equivocada a las enseñanzas de Keith Reniere”, líder de la agrupación.

Según la fiscalía, la actriz de “Smallville”, serie que narraba la vida de un Superman adolescente, recibió beneficios financieros, entre otros, del dirigente de la secta a cambio de reclutar esclavas sexuales para él.

El 13 de marzo, Nancy Salzman, dirigente de la agrupación, también se declaró culpable de conspiración para crimen organizado, de conspiración para el robo de identidad y de alteración de documentación en un caso civil contra la organización.

La Fiscalía pidió entre 33 y 41 meses de prisión al juez para Nancy Salzman.

Según la acusación, la agrupación de la que formaban parte Mack y Salzman forma parte de un entramado piramidal de varias entidades y creado y dirigido por el principal acusado, Keith Raniere, que se rodeó de un pequeño círculo de personas de su confianza.

Entre los crímenes de los que se les acusan están “robo de identidad, extorsión, trabajos forzados, tráfico sexual, lavado de dinero, fraude y obstrucción a la justicia”.

Raniere exigía a su círculo cercano una lealtad absoluta.

Otros acusados son Clare Bronfman -una de las herederas del conglomerado de licores antes conocido como Seagram’s-, Kathy Russel, que actuaba de contable, y la hija de Salzman, Lauren Salzman.

Raniere, de 57 años, llevaba dos décadas impulsando supuestos programas de autoayuda bajo una empresa, de la que era fundador y que abarcaba centros operativos en Estados Unidos, México, Canadá y varios países de Sudamérica.

Según la fiscalía, la agrupación, establecida en el norte del estado de Nueva York, seguía un esquema de estafa piramidal en el que se obligaba a los asistentes a tomar clases adicionales a mayor precio y a traer a otras personas para “ascender” de rango y obtener privilegios.

Raniere fue arrestado el 27 de marzo en México, adonde huyó después de que el New York Times revelara las historias de mujeres que habían logrado dejar el grupo, que se calcula alcanzó a unas 16,000 personas.

El mismo día de su detención, Raniere fue traslado a Texas y presentado ante un tribunal de Nueva York el 13 de abril.

En el año 2015, Raniere formó una sociedad secreta llamada DOS, acrónimo en latín para “Amo de las compañeras obedientes” o “El voto”, donde era el único hombre y el líder, mientras que Mack era “una de las mujeres en el primer nivel de la pirámide, inmediatamente después” de él.

DOS operaba con los rangos de “maestros” y “esclavas”, y se esperaba de estas últimas que reclutaran a otras nuevas, que estarían por debajo y de las que se podrían aprovechar el resto de superiores en la pirámide, encabezada por el fundador.

Juez del caso ordena un jurado anónimo y “parcialmente secuestrado”
El juez estadounidense que se encarga del caso en Nueva York ordenó que el jurado sea anónimo y que esté “parcialmente secuestrado” durante el proceso pese a que no hay un “peligro real” para los integrantes que lo conformen.

Según documentos judiciales, el magistrado Nicholas Garaufis lo decidió así en una audiencia previa al juicio que comenzará el 29 de abril y que reunió a varios imputados: el fundador de de la agrupación, Keith Raniere; la actriz Allison Mack; la heredera de la licorera Seagram’s, Clare Bronfman, y la contable Kathy Russell.

Las medidas dictadas por el juez evitarán la divulgación de los nombres del jurado, todavía por seleccionar, que será identificado con números, y tendrán que ser transportados por los alguaciles para entrar y salir del juzgado, algo que medios locales han comparado con el reciente caso del narcotraficante mexicano “El Chapo”.

Raniere, considerado el líder de la agrupación, enfrenta varios cargos, como tráfico sexual, conspirar para cometer este delito y también obligar a trabajo forzoso, fraude electrónico o posesión de pornografía infantil.

De todos los imputados, un total de seis, Raniere es quien tiene más cargos por enfrentar y, de ser hallado culpable, se enfrenta a un mínimo de 15 años de prisión y un máximo de cadena perpetua.

De acuerdo a la revista Vulture, el juez dijo en la vista que “no hay un peligro real para el jurado” pero no quiere la “posibilidad” de que un periodista o un civil pueda acudir a los miembros antes, durante o después del proceso, pero serán libres para dirigirse ellos mismos a los medios una vez concluya.

(Con información de EFE)
tfo